Capítulo 16

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Eva

Después de lo que había pasado en el carro ninguno volvió a decir nada, llegamos al castillo, me enseñó mi habitación y ahora me encontraba aquí en ropa interior, caliente con ganas de estar con Brandon. No podía dormir.

Me moví varias veces incómoda en la cama y acaricié mi pierna imaginando el toque de Brandon, pero no era lo mismo, mi mano era más pequeña a comparación de la suya.

¿Y si iba a su habitación?

No, no quería parecer una necesitada.

Pero lo estaba.

Mi mente estaba en una guerra con mi cuerpo.

Salí de la cama, tomé mi camisón de seda, me lo puse y lo cerré, saliendo de la habitación sin querer hacer ruido. Bajé las escaleras con cuidado hasta llegar a la cocina, abrí la nevera y saqué la jarra de agua, tomé un vaso que estaba cerca y lo llené hasta la mitad para no beber demasiado líquido.

Puse el vaso en mis labios y bebí todo el contenido que estaba en él. Dejé todo en su sitio y volví a subir las escaleras caminando para mí habitación, pero el impulso pasó a mis piernas y caminé hacia donde Brandon. Tomé el pomo y lo giré en silencio para no despertarlo.

Al abrir la puerta me di cuenta que estaba dormido con su brazo tapando sus ojos, no tenía camiseta y estaba en boxers, donde había una semi erección.

Tragué saliva cerrando la puerta y comenzando a caminar en puntillas hacia donde él. Al irme acercando se movió de su cama y se quitó el brazo del rostro abriendo los ojos entre dormido.

¿Qué le iba a decir?

Solo tenía ropa interior y una bata. No estaba nada presentable.

Repaso sus habitación hasta que sus ojos se encontraron con los míos. Mi respiración se puso errática y enseguida comencé a arrepentirme. Quizás solo debía ir a mi habitación para volver a dormir y olvidar este bochornoso momento.

Comencé a jugar con mis manos y Brandon se incorporó en la cama dejando descubiertos su abdomen marcado.

Ay, padre santo de abdómenes marcados.

—¿Qué haces aquí? —preguntó encendiendo la lámpara que estaba a su lado.

—Yo…bueno, estaba…

¿Acaso era retrasada?

—¿Estabas en donde?

—No puedo dormir—Susurré agachando la cabeza.

—¿Y quieres dormir conmigo?

—Tal vez…

—Ven—Abrió las sábanas y se hizo a un lado para que pudiera acostarme con él.

Le dí una pequeña sonrisa y me acosté a su lado tapando mi cuerpo con las sábanas. Desabroché mi bata con cuidado y la dejé en el suelo, solo quedando en ropa interior.

El calor en la cama de Brandon me hacía sentir diminuta y protegida. Él era mi lugar seguro.

Me di la vuelta para quedar a su lado y nuestros rostros se quedaron frente a frente. Brandon se acercó más y comenzó a besarme para bajar la tensión del momento. Yo lo seguí sin pensarlo hasta que se montó encima de mí.

Abrí mis piernas por inercia y sentí como su erección se encajó encima de mi ropa interior. Comenzó a frotarse suavemente haciéndome sentir cosquillas. Metí mis dedos en su cabello y comencé a besarlo más brusco.

Segundos después se separó y me observó fijamente.

—¿Venías por esto, verdad? —Susurró en mis labios.

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