La hermosa hada sonreía de forma aterradora hacia la pobre criatura mientras este temblaba por el poder que se escapaba de Lía, no podía evitar preguntarse cómo era posible que se mantuviera cuerda si provenía de un lugar diferente, además le impresionaba el hecho de que no se hubiese transformado en la esencia idiota de hada que se suponía debía ser.
Lía sabiendo de alguna forma sus pensamientos por el rostro que ponía la criatura simplemente respondió con su exagerada sonrisa. —Las hadas no son ni buenas ni malas, son todo lo que el mundo pide de ellas, no pueden mentir y no tienen una apariencia física definida. — El espectro se sorprendió por las palabras de Lía.
—¿Como...? — Comenzó a preguntar el espectro.
—¿Sabes algo más que eso, Gael? — le interrumpió el hada.
—¿Cómo sabe mi nombre? —Preguntó.
—Yo pregunte primero, Gael— se irrito Lía.
En algún momento el hada se había acercado al rostro del espectro, lo suficiente para mirar sus oscuros ojos e impregnar el aire con su maná lo cual le produjo una gran hambre a Gael, sin embargo, algo en él le gritaba que no se atreviera a tomar nada de ella, su instinto parecía funcionar de forma correcta porque para ese momento Lía estaba extremadamente molesta. Lo suficiente como para destruir toda esa porción de tierra si se lo proponía.
En algún punto la curiosidad se había convertido en miedo, el cuerpo del espectro comenzó a temblar de forma descontrolada mientras parte de maná, sin que el espectro lo supiera, le comunicaba a Lía cada emoción y pensamiento.
"¿Por qué esta tan asustado?"— Se preguntó el hada. "No es como si su poder fuera pequeño en comparación al mío, ¿Sera porque se su nombre? Recuerdo que eso te daba cierto control sobre los espectros, pero no le quita lo poderoso a este tipo".
—S-se sobre las antiguas leyendas de las hadas, c-como la mayoría de los espectros y espíritus. —Le respondió tartamudeando Gael.
—Pero también sabias que soy una forastera.
Gael evito su mirada amarilla en cuanto esta se posó en él, se sentía asfixiado, pero extrañamente también quería que lo mirara más ¿Era el efecto de que ella supiera su nombre real?
—El olor del alma de los mortales como usted, es algo difícil de olvidar una vez lo hueles. —Mintió.
El espectro deseaba comprobar algo que llevaba rondando en su mente, pero que no tenía forma de probar con su propio maná. Se puso recto delante del hada, esperando estar equivocado, es prácticamente imposible que un forastero maldito entre en el cuerpo de un hada y se cree una nueva alma, sin importar de donde viniera aquella mortal, al final tendría que ceder a su naturaleza adquirida. Por lo tanto, creerá todo cuanto le dijeran y podría pedirle todo ese poder que había tomado al llegar a su mundo.
Pero de nuevo Lía se salió de toda expectativa de ella y de todo lo que se supone como hada debía hacer. Sonrió de forma un poco más macabra de la que pretendía, sus ojos dorados lentamente se tornaron tan negros y brillantes que hizo temblar al espectro.
"Quisiera no poder ver tan claramente en la oscuridad"—pensó la criatura justo antes de recibir un fuerte golpe que lo arrojó al suelo.
—Me parece que he sido demasiado amable contigo, Gael. —Dijo tronando sus puños el hada con aquella sonrisa macabra.
—Comencemos de nuevo, Gael. —Las alas del hada temblaron por la risa que salía de ella. —Gael, príncipe de los espectros del séptimo nivel del reino Letton, invasor del reino Elevon y verdugo del príncipe Azrael ¿Cómo sabes de mí?
El rostro de Lía se estaba poniendo cada vez más rígido debido a los rápidos cambios de humor que estaba teniendo por asimilar al hada. Lo cierto era que se encontraba bastante molesta, sin embargo, debido a que su cuerpo era el de aquella hada, mucho de lo que quería hacer o lo que pasaba por su cabeza se estaba debatiendo a una velocidad difícil de controlar. Las hadas son lo que se espera de ellas.
Lo que Gael esperaba de ella era sumisión, amabilidad y una disposición que le resultaba ridícula y molesta.
Lía gruño molesta pretendía intimidarlo con aquellas palabras, el pasado de Gael era algo que podría usar a su favor, sin embargo.
—¿Qué yo soy el qué de Azrael?
ESTÁS LEYENDO
El juego del hada malvada
FantasyDe haber sabido que terminaría en el ultimo libro que leí, habría puesto más atención en mi lectura nocturna, aparentemente morí y desperté en el libro que leía en la noche, que resultó ser uno de fantasía, con nada de romance, mucha guerra y destru...