—Al fin, mi señora— declaró la sombra frente a ella.
Lía se sorprendió al volver al valle y encontrar a todos los convertidos por el poder de la sombra orando. La mayoría aún conservaba su apariencia humana, pero también había aquellos que parecían una especie de elfo oscuro, incluyendo niños y bebés que se alimentaban de pequeñas motas blancas que flotaban en el aire.
—¡Vaya! —exclamo de repente la deidad; —y te quejas de que yo me alimentara de tus recuerdos. Estas personas literalmente se están comiendo tu poder.
—¿Ese es mi poder? — La chica se acercó a una de las motas blancas para observarla mejor y se sorprendió al escuchar una suave melodía proveniente de ella.
—Lo es, mi niña. —respondió la deidad.
—Theaorlis, creo que podemos evitar muchos problemas si evitamos un acercamiento innecesario e incómodo — dijo Lía.
—¿Por qué eres tan fría conmigo? Al espectro lo tratas mejor que a mí y ese cobarde iba a salir corriendo en cuanto te atacaron.
—Gael no es un pervertido.
Ante eso, el dios no pudo decir nada.
Caminó junto con Aeon hacia los mestizos de magia oscura y pidió que éste la pusiera al día sobre los sucesos que habían ocurrido en Tharlis desde que ella se había ido.
Mientras todo el país de Tharlis se sumía en el caos, varias cosas sucedieron al mismo tiempo. El príncipe del reino fue declarado desaparecido luego de escapar de un calabozo en el que había sido encerrado por el rey de Aquest. Se habían producido múltiples saqueos en el país y mientras la reina. Estaba más concentrada en encontrar a su hijastro que en ayudar a su pueblo. El caos provocado por la sombra había paralizado a la mayoría de los militares y nobles. El comercio se había detenido, y los elfos mestizos que se habían salvado de la catástrofe estaban siendo cazados y quemados vivos, culpados injustamente de lo que muchos creían que era el fin del mundo.
Aún habías personas que trataban de mantener el orden, pero lamentablemente no era más que personajes secundarios en esta historia, por lo que varias cosas se iban en contra por hacerse el héroe.
Tal era la mala suerte de Andus, un vendedor ambulante que, por el simple hecho de haber nacido con orejas pequeñas, había sido abandonado en una aldea humana. A pesar de tener sangre de Elfo, era completamente ignorado por los cazadores de seres mágicos, todo gracias a sus pequeñas orejas de humano. Construyó su propia casita con sus propias manos cuando tuvo la edad suficiente para salir del orfanato, y con mucho esfuerzo compró el puesto a un vendedor anónimo que saldría del valle Khali. Sin embargo, el día que iba a visitar el sitio, se enteró de que lo había perdido todo debido a las disputas entre la reina madre y el príncipe del reino.
Arruinado y deprimido, intentó darle sentido a su vida salvando a aquellos elfos que habían escapado del valle y que estaban siendo perseguidos, pero terminó siendo golpeado y tratado como un idiota por ellos. Al parecer, Andus era el único que no sabía que los Elfos de sangre pura son extremadamente orgullosos y astutos.
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El juego del hada malvada
FantasyDe haber sabido que terminaría en el ultimo libro que leí, habría puesto más atención en mi lectura nocturna, aparentemente morí y desperté en el libro que leía en la noche, que resultó ser uno de fantasía, con nada de romance, mucha guerra y destru...