—Entonces no puedo estar seguro de que realmente siente algo por mí, quiero decir compartimos una noche juntos, pero conozco su forma de vivir, así que no sé qué hacer con lo que siento.
—No creo que debas ser tan duro con él, probablemente siente lo mismo que tú, pero no le diste la oportunidad de confesarse.
—¿Sabes lo que es un Nexus? — preguntó enérgico el espectro.
Lía se tragó un suspiro cuando escucho la pregunta de Gael y contestó de forma rápida tratando de saber hasta qué punto podía mentir en medio de aquella conversación. —Oh sí claro, de eso también hay en mi mundo.
La punzada en su pecho le dieron ganas de vomitar en cuanto contesto, se alegró de que Gael solo quisiera ser escuchado y no tuviera que seguir experimentando con su cuerpo.
—¡Perfecto! —Exclamó. —Entonces sabes lo importante que es, no vas y lo haces sin pensar, sabiendo todo lo que conlleva, yo nunca le habría hecho eso a él de no estar completamente seguro.
Lía se quedó pensando en las palabras del espectro, según entendía, el Nexus era una unión muy importante, para su mente humana podría ser comparado a un contrato de alquiler o quizá una sociedad, pero la forma en que se sonrojaba y lo rápido que hablaba Gael estaba claro que era mucho más que una simple sociedad o acuerdo de algún tipo.
La punzada nuevamente le trajo un mareo molesto, sin embargo, lo ignoro. Agito sus alas de forma que pudiera recuperar parte de la energía robada por la deidad, con el paso del tiempo las palabras de Gael sonaban cada vez más lejanas, la agitación por la mentira casi la hizo perder el equilibrio, pero una enorme mano la sostuvo antes de tocar el suelo.
—Cuidado te caes, linda, — la tierra se agitó frente a sus ojos mientras algo la sostenía, —no querrás perderte el chisme romántico de este tipo, te lo aseguro. — El hada levanto la mirada a la deidad que había dejado inconsciente hacía apenas unos quince minutos. La deidad le sonrió al hada. —Su historia es de lo más entretenida.
—Estas con vida. —Murmuró cansada Lía. —Eso me alivia.
—Pero claro que te alivia, no quieres cargar con una maldición más ¿verdad?
Sintió que volaba, pero su mente perdía lucidez conforme pasaba el tiempo y la fuerza de la mentira le hería desde adentro, sentía que algo le mordía las entrañas. Jamás había experimentado algo así en su vida, pero si algo era seguro, era que nunca quería volver a vivirlo.
—No debes pensar de esa forma, pequeña polilla. — Escuchó que alguien hablaba.
—Debes tener ese don de mentir para poder resistir lo que se viene en contra tuya.
—¿Qué quieres decir?
Escucho la risa cantarina de alguien en el aire, al parecer el dios de tinta estaba burlándose del espectro. El aire comenzó a fluir sobre ella, en algún punto Lía comenzó a dejarse ir nuevamente, cediendo a su deseo de dormir.
Fue entonces cuando sintió que algo húmedo y blando se pasaba por sus alas, no solo eso, el objeto se detenía en sus curvas, en sus omoplatos y trasero dejándola completamente mojada.
La ira subió súbitamente por su cuerpo y el maná respondió al llamado de su dueña.
***
El hada se convocó al viento tratando de empujar al repulsivo dios de tinta, no consiguió hacer mucho, solo despeinarlo un poco. Aunque sabía que en su actual estado no podría hacer mucho su indignación la tenía completamente cegada de rabia.
—¡Eres un cerdo!
—Mira nada más como lo tratan a uno por ser amable. — Respondió altivo al hada que estaba en la palma de su mano.
—¿Amable? ¡Me lamiste el trasero, maldito dios de tinta!
—Dios de tinta, ese es uno nuevo. — Se mofo el dios. —Me han insultado con más creatividad, niña ¿O debería llamarte inmigrante? Sé de buena fuente que el que estés aquí no se puede considerar como algo legal. La sonrisa del dios se amplió mucho más de lo que era humanamente posible —¿Tienes tus papeles? Me gustaría revisar si eres la misma de la foto de tu pashaportte.
—Deja de burlarte de mí.
—Es demasiado divertido hacerlo niña, así que me niego.
—Te voy a matar.
—Me encantara ver que lo intentes.
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El juego del hada malvada
FantasíaDe haber sabido que terminaría en el ultimo libro que leí, habría puesto más atención en mi lectura nocturna, aparentemente morí y desperté en el libro que leía en la noche, que resultó ser uno de fantasía, con nada de romance, mucha guerra y destru...