The Golden Kingdom

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El festival fue un éxito, desde ese día la carrera de caballos se ha celebrado cada año y su popularidad creció cada vez más. El rey no estaba satisfecho con el hecho de que hubo un evento popular para el pueblo mientras el palacio estaba ocupado con otro festival.

El quinto príncipe, que había estado alejado del reino por un largo tiempo... Va a regresar a casa.

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Los sirvientes del palacio iban ajetreados en todas direcciones con telas, adornos y demás ya que dentro de unos pocos días se celebraría un banquete en el comedor real con toda la gente de alcurnia, además de todos los príncipes del reino.

El joven príncipe Taehyung, de ahora quince años, veía a través del ventanal de la biblioteca a los sirvientes, completamente aburrido de cumplir con sus obligaciones impuestas por un pequeño pelinegro demasiado serio para su edad.

— Quiero comer algo —Dijo el príncipe con desgano, haciendo garabatos en su hoja dorada con la pluma bañada en tinta negra que reposaba perezosamente en su mano. Taehyung había crecido bastante, se veía mucho más varonil y sus facciones habían comenzado a afilarse.

— No lo estoy deteniendo, señor. Una vez que termine con la prueba, usted podrá comer lo que quiera —Explico Jungkook sentado frente al rubio mientras leía un libro. Aquellos dos años que habían pasado le habían sentado de maravilla, ya que había crecido unos centímetro y se había vuelto más esbelto a los catorce para su pesar, aunque hacía tiempo ya que el rey no lo tocaba.

— Tengo una idea, deberíamos faltar a la fiesta y-

— Señor, usted es libre de faltar a la fiesta pero usted debe estar presente en la víspera en la víspera de la fiesta para conocer a los demás príncipes —Interrumpió inmediatamente el pelinegro al notar hacia donde se dirigían las palabras del príncipe—. Omelas es un lugar muy grande. Es raro que todos los príncipes estén juntos. Además, usted estará haciendo su debut como príncipe por primera vez en el banquete —Jungkook se levantó de su sitio frente a Taehyung para rodear la mesa y colocar más libros al lado del rubio—. Yo no estaré ahí para ayudarlo, así que debe de estar preparado para impresionarlos. Ahora vuelva a leer el libro. Podrías estudiar todo el día y la noche hasta el banquete y tal vez ya estarías preparado —Más y más libros se sumaron a esos, logrando formar uno cuantos montículos de quince libros cada uno aproximadamente.

Taehyung soltó un bufido exasperado y golpeo su frente contra la mesa, sin molestarse siquiera en intentar disimular el ligero hastío que le causaba esta rutina de estudios a la cual el pelinegro lo había sometido desde su llegada al palacio hace dos años.

— El quinto príncipe... ¿Por qué tiene pensado regresar, cuando podría permanecer en ese lugar? Depennia es un lugar de horizontes, ellos tienen un agradable lugar y está lleno de deliciosos mariscos. Apuesto a que su corazón es igual de negro que el del rey —Se quejo entre dientes el joven príncipe, haciendo pucheros aun a los quince años.

— Tiene cinco minutos —Aviso el pelinegro con respecto a la prueba que se supone, estaba realizando Taehyung.

— Debido a él tengo que hacer este tipo de cosas —Taehyung ignoro sus palabras y simplemente se recostó sobre la mesa, ocultando su rostro entre sus brazos.