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¡Hyoseong!

Antes de que Taehyung consiguiera desenfundar su daga, un líquido frio y de color violeta fue volcado sobre su cabeza, empapando por completo su dorado cabello y bajando hasta mojar sus vestiduras reales. Y como si de echar agua al fuego se tratase, la rabia de Taehyung menguo, dejando en su lugar a un Taehyung en estado catatónico, completamente perplejo.

Jeon Jungkook había dejado su lugar a la derecha del rey Daehyun para tirarle encima al cuarto príncipe del reino una copa de vino justo en su cabeza, frente a los demás príncipes, niños, guardias y el mismísimo rey.

Todos los presentes observaron cono indiferencia como terminaba de escurrir el vino de la cabeza del cuarto príncipe, a excepción del pequeño Jimin y Namjoon que habían quedado anonadados.

Jungkook espero a vaciar la copa para colocarla sobre la mesa y hablarle a Taehyung, como si él no tuviera autoridad alguna, como si un niño del rey fuera superior a un propio príncipe de sangre real, linaje del rey. Y lastimosamente, era la verdad; para el rey lo único que importaban eran sus niños.


Usted es grosero. Cuando tú te dirijas a su majestad, tienes que tener más respeto. Enfría tu cabeza cuarto príncipe —Hablo Jungkook con suma frialdad, sin importarle en lo más mínimo las miradas que estaba recibiendo de parte del resto de los presentes—. Parece que estaba muy emocionado de que ya ibas a pertenecer a la familia real. Usted sabe que su majestad ha hecho mucho por nosotros, parece que eso te disgusta demasiado. Dime ¿Por qué no regresaste al castillo antes? —Continúo, mirando con indiferencia fingida la espalda del príncipe que seguía inmóvil y con su mirada clavada en algún punto de la mesa—. Parece que no fue bien educado, ¿no cree su majestad?


Todos los príncipes en la mesa además de Taehyung parecían sumamente incómodos ante la situación que se estaba desarrollando, mas no podían hacer más que mirar si querían conservar sus riquezas y preservar subida, pues conocían muy bien los métodos de su padre.


Es tan desagradable —Soltó por fin el rey, refiriéndose al empapado príncipe al otro lado de la mesa.


El joven pelinegro hizo su camino hasta su asiento a la derecha del rey con paso calmado, como si no hubiera humillado al cuarto príncipe del reino de Omelas, porque aunque este fuera ilegitimo, a diferencia de los otros príncipes en la habitación, seguía siendo un príncipe. Al llegar junto al rey Daehyun, acaricio la gran y venosa mano del hombre mayor con suavidad y hablo.


Vamos, es una cena familiar. ¿Le dará otra oportunidad? —Dijo Jungkook mirando fijamente a los ojos dorados del rey.


Daehyun observo en silencio durante unos segundos los oscuros ojos de Jungkook y su pálido rostro impasible, para luego solo suspirar y apartarla mirada.


•••


El sonido del golpe en seco al impactar la mano de Jungkook en la morena mejilla de Taehyung resonó con un eco a través de aquel pasillo vacío luego de aquella incomoda comida junto al rey y los demás príncipes. Jungkook había esperado a que todos se dispersaran y el rey se despistara para alejarse junto al cuarto príncipe, abofeteándolo apenas tuvo oportunidad.

The Golden KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora