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Era un día común en el palacio de la familia real de Omelas, solo se podían escuchar el eco de los pasos del caminar de los sirvientes al ir de aquí para allá cumpliendo sus funciones, no había señal del rey ni de los príncipes en el palacio, a excepción de los dos menores.

Taehyung aprovechando uno de sus pocos momentos libres de estudio, se las había ingeniado para ser el encargado de llevarle la medicina a su hermano menor Jimin ese día para así poder pasar un tiempo con él, puesto que era el único de sus hermanos que realmente le agradaba, el único al cual el rey no había retorcido.

Así mismo, el joven príncipe había ingresado a la habitación del más pequeño con una bandeja en manos con una vaso de agua las medicinas de Jimin, pero no lo encontró en la estancia de la habitación, solo escucho unos sollozos tratando de ser acallados que venían desde la alcoba, así que se dirigió allá, encontrando al pequeño Jimin hecho un ovillo en la gigantesca cama; llorando.


Jimin —Dijo Taehyung, aproximándose a Jimin a paso lente, aun con la bandeja en las manos—. Uh... Estas llorando.


Mas el pequeño príncipe de ocho años no había dado respuesta, en cambio se había encogido aún más, tratando de huir de la mirada de su hermano mayor. Taehyung dejo la bandeja sobre la mesa de noche junto a la cama y se sentó al borde de esta, manteniendo aun la distancia de Jimin.


Es por Namjoon —Soltó Taehyung, viendo como Jimin alzaba la cabeza, sabiendo que había acertado— Vamos, puedes hablar con Namjoon, ¿cierto? —El llanto de Jimin se volvió más fuerte y escondió su rostro en sus pequeñas manos temblorosas mientras Taehyung acariciaba su cabeza en busca de consolarlo—. Se molesto con la actitud de Namjoon y eso te afecto. Yo creo que todo el mundo en el palacio es un enemigo, les gusta abusar de todo lo que es débil.

No puedo creerlo. No lo sé. Es muy difícil... Si pudiera averiguar quién estará a mi lado —Dijo Jimin con voz ahogada debido al llanto, luego alzo su rostro enrojecido de golpe y sostuvo con fuerza la ropa de su hermano y mirándolo a los ojos, con los suyos hinchados y brillosos—. ¡Tú, hermano Taehyung vas a estar a mi lado! Yo no... yo realmente no quiero tomar el trono. Así que... Por favor... Salva a Namjoon.


Jimin nuevamente rompió en llanto y se aferró con fuerza a Taehyung, quien lo envolvió en un abrazo. Aquella sinceridad y desesperación de la persona más inocente que conocía lo había conmovido en demasía, removiendo algo dentro del que se volvió doloroso, como una especie de motivación mezclada con culpa que no dejaba de apretar su pecho, pero al mismo tiempo revolvía su estómago de ansias de acabar con todo aquello que aquejaba al reino.

Dios...

Yo seré rey.

Como todos esos niños pequeños, los que murieron como mi madre...

Todos por mí.


•••


El rebelde príncipe no podía permitir que su pequeño hermano continuara sufriendo de esa forma, por lo que decidió llevar afuera al pequeño; más específicamente, a su escondite secreto, su fortaleza la cual solo conocían él y Jungkook hasta ese día.

The Golden KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora