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«"Su majestad. Juguemos a las escondidas, ¿de acuerdo?"

Una noche fría y oscura, antes de comenzar con las planificaciones del golpe de estado al rey, Jin había dejado su mansión en el ducado para ir a visitar a su buen amigo pelinegro casi al momento que se había enterado de lo acontecido; de toda la humillación a la cual había sido sometido. Los hombre del pelirosado tuvieron que contenerlo en el momento que la noticia llego sus oídos ya que el heredero al ducado quería salir corriendo de inmediato e ir a ayudar al pequeño Jungkook, más sus hombres le aconsejaron que lo más sensato era esperar a que las aguas se calmaran. Por eso es que hora, dos semanas después, se encontraba escondido detrás de una de las columnas de la parte trasera de la mansión de los niños del rey con su pelinegro amigo a su lado.

— No sé de magia, pero tú definitivamente sabes de esto—Dijo el pelirosado bajo la gran túnica rosa que cubría su cabello, sosteniendo y examinando una cinta roja que Jungkook le había entregado.

— Sí. Para mí era algo extraño... Al atacar la mansión de Lady Hyoseong, él lo manejo con mucha facilidad pero después, ¿por qué le ordenó a sus soldados que quemaran el lugar donde tú vivías en vez de hacerlo el mismo? —Explicó Jungkook mientras miraba al suelo y arrastraba la punta de su pulido zapato derecho en la tierra—. ¿Has escuchado sobre la bendición de oro?

— ¿La que protege a la familia Kim de cualquier peligro? —Jin dejó de lado la cinta roja para prestarle atención al menor.

— Sí. La bendición les dio talentos mágicos a la familia, así como algunas habilidades. La capacidad para que el rey use su magia —Dijo el pelinegro seriamente—.El problema es que la bendición no es para siempre...

La sorpresa coloreo por completo el rostro del mayor, quien cubrió sus labios para callar el jadeo que abandono sus labios y pareció hacer eco en la silenciosa noche que los ocultaba, limitándose solamente a abrir desmesuradamente sus ojos grisáceos. Jungkook espero su reacción para continuar con su explicación.

— No sé exactamente cuáles son las condiciones, pero si no cumples una de ellas, la familia real no podrá usa su magia. El rey debió haber incumplido con una de ellas, pude entenderlo cuando hice la prueba —Pronunció el pequeño casi en susurro.

Aquella noche en que el rey había robado su inocencia por primera vez, Jungkook había logrado convencerlo dejugar un absurdo juego de escondidas, todo un teatro planeado por el pelinegro para tener la oportunidad de comprobar su teoría. Resultando esta ser acertada cuando Jungkook al atar la cinta roja en los ojos de rey, pincho muy sutilmente el cuello de Daehyun con una diminuta aguja que escondía.

— En ese momento perdió su secreto. Él no logró proteger su cuerpo —Culminó Jungkook, recordando como la pequeña gota de sangre descansaba justo en la punta de su aguja.»


⌊•••⌉


El rey Daehyun no hizo más que tomar con su mano la cabeza de su primer hijo, empujándolo con fuerza hacia adelante, apartándolo de su camino. El cuerpo del primer rodó por las escaleras del podio de oro hasta detenerse en seco junto a los pies de su hermano mayor; más temprano ese día había burlado a la muerte pero estaba escrito y nadie podía huir del destino, el primer príncipe estaba destinado a morir a manos de su padre.

Taehyung, a pesar de sentir un poco de lastima por el difunto príncipe, no se dejó llevar ni distraer de su objetivo que se encontraba justo frente a él, mirándolo con furia en sus dorados orbes como oro derretido; solo un reflejo de la propia mirada que el rebelde príncipe le dirigía al rey.

The Golden KingdomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora