Negando Al Destino ||Soukoku/Shin Soukoku||

14. Destinados

[Actualidad]

—A todo esto, quiero que tengan en cuenta que yo solo era un niño que se dejó llevar por el impulso y no por la razón —dijo Dazai con la mirada puesta en ambos chicos que habían seguido el corto relato hasta el momento. Se había visto en la necesidad de omitir ciertos detalles y contar lo superficial para que ellos pudieran entender—. Me arrepiento una y mil veces de lo que hice.

—No fue su culpa, Dazai-san —dijo Atsushi y Akutagawa asintió—. Al fin y al cabo, esto de los alfas y omegas siempre ha sido complicado. El instinto es demasiado fuerte a veces.

—El instinto es una mierda —masculló mirando a otro lado.

Volvió a mirar a los dos chicos y prefirió cuidar su vocabulario para el futuro.

—La verdad es que incluso es tonto que la revelación de alfas y omegas se dé a los doce y mediante un celo —comentó Akutagawa con desdén.

—Más que tonto, creo que es peligroso —agregó Atsushi, recordando con desazón el momento en que a él le llegó el celo por primera vez. Al menos no fue tan traumático y estuvo alrededor de las personas correctas. Se compadecía por quienes no corrieron con la misma suerte.

—Lo es —concordó Dazai y suspiró para continuar con el relato—. Verán, luego de ese incidente me propuse "conquistarlo". Se lo dije a Kouyou y a Mori y, como ya supondrán, a ninguno le agradó la idea —comentó con una sonrisa para amenizar el ambiente—. Dijeron que yo solo estaba delirando y que mis sentimientos no eran serios, que el lazo solo era una excusa, que solo era calentura y que luego se me pasaría.

Y la verdad es que él también lo pensó, incluso después de irse de Yokohama le dio varias vueltas al asunto ya con la cabeza fría. Pero por más que analizó su relación con Chūya una y mil veces, terminó llegando a la conclusión de que él en verdad lo quería, se preocupaba por él y hasta la actualidad lo seguía haciendo, tenía miedo de que le hicieran daño, detestaba verlo mal y verlo en otros brazos le irritaba de manera exagerda.

Dedujo con mucha facilidad de que, si no hubiera ocurrido el incidente, de seguro habría dado con alguna táctica en el futuro para tener el conquistar a Chūya. Era la única persona que llegó a querer en su totalidad incluso hasta la actualidad.

Pero pensar en casos hipotéticos ya no tenía sentido. El hubiera no existía.

—Kouyou no le dijo nada de eso a Chūya, tampoco le mencionó lo de nuestro lazo como pareja destinada —contó con una sonrisa amarga—. Intenté a ver a Chūya varias veces, incluso después de su celo, pero Kouyou nunca me lo permitió.

Y agradecía eso, porque quizá hubiera hecho otra estupidez al no estar cien por ciento cuerdo.

—Un día llegué a hartarme de la situación y cuando fui a visitarlo le grité a Kouyou en voz alta lo que quería para que Chūya me escuchara. Dije que lo quería como mi omega y que necesitaba verlo, que no podía estar un día más sin él —suspiró con un resabio en la garganta—. Chūya salió de su cuarto solo para negar todo y tacharme de lunático. Dos días después Mori me obligó a empacar maletas sin previo aviso, y ni siquiera pude ver a Chūya o a ustedes dos por última vez. Nunca me disculpé por eso así que... lo siento.

—No fue su culpa —repitió Atsushi y lo hizo sonreír—. Entendemos, más bien estamos felices de que haya regresado. 

—Entonces... —siguió Akutagawa como si hubiera recordado algo—, por eso es que Chūya-san estaba "enfermo" y llorando en su cuarto, porque ustedes se separaron.

—Bien hecho, Akutagawa. —Al susodicho le brillaron los ojos por aquel halago y Dazai simplemente siguió explicando—: Somos destinados, cuando estábamos peleados al menos nos teníamos cerca porque yo lo visitaba a diario insistiendo que quería verlo, pero después nos mandaron a millones de kilómetros de distancia por lo que tanto él como yo comenzamos a sufrir por... dos meses creo, al menos por mi parte yo empecé a asimilar la idea y me dije que algún día lo volvería a ver y que no me rendiría a él.