La corona pedía desesperadamente a un heredero, en cambio... Nació ella, solo una princesa.
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Una versión remasterisada de HUNTING A BEAST.
Se cambiaran los hechos de la serie y muchos elementos. Como las edad...
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Princesa Vaenya Targaryen, primera en su nombre. La Bestia. Domadora del fuego... La última hija de Aemma con el rey Viserys Targaryen.
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El rey...
El rey estaba sosteniendo la mano de su mujer. Todavía podía sentir su calor, pero Aemma ya no estaba con vida. Después de la desición desesperada la reina había muerto sin siquiera poder ver al bebé que tenía en el vientre.
—Mi rey... —lo llama el maestre asombrado.
—¿Es sano?—pregunta Viserys sin dejar de ver a Aemma. El llanto del bebé indicaba que gozaba de buena salud, pataleaba mucho...
Aunque era algo pequeño y tenía delgadas extremidades, pero no había problema con su salud. Cuando Viserys por fin tuvo el valor de voltear ve al maestre negar con la cabeza.
—¿Qué ocurre?—pregunta comenzando a asustarse. Se pone de pie y va a con el maestre para tomar al bebé en brazos. —¿Le sucede algo?
—Mi rey... Es una niña—le dice el maestre entregándole a su hija.
Viserys quedó paralizado, su vista seguía en el maestre. Aunque estaba distraído, no dejó caer a su nueva hija que logró calmar su llanto al sentir los brazos de su papá abrazándola. La niña comienza a quejarse y así fue que Viserys tuvo el valor de verla.
Tenía piel de seda blanca y el poco cabello que tenía era blanco como el de un auténtico Targaryen... Cuando la niña abre los ojos Viserys ve que los ojos de Aemma, brillantes, tan hermosos que lo hipnotizaban.
No era su heredero, se dijo... No sería su heredero nunca y eso lo decepcionaba.
El funeral de Aemma fue triste, pero regresar y ver a la niña que no se había dignado a poner nombre sería una tortura. Ella lo tendría todo, o eso de suponía que debía ser.
Viserys toma un momento para ir con las cuidadoras de la niña y así verla. Una vez con ella le pide a todas las criadas irse quedándose solo con la pequeña princesita.
La bebé lo veía detenidamente. Como si tuviera algo en la cara.
Quería sentir algo negativo por ella, realmente quería hacerlo...
—¿Sabes algo, pequeña?—pregunto a la bebé como si fuera a entenderle. —Amo a tu mamá... Y ella hubiese querido que te amara de la misma forma, así como ella te amaba a ti...—la bebe no era capaz de quedarse con la vista quieta en un lugar. —... Te amaba muchísimo...
Ahí, el rey Viserys comenzó a llorar. Estaba hablando con un bebé sobre la muerte de su madre y le parecía ridículo. La bebé logra poner su vista en Viserys y este trata de sonreír.
—Te adoraba... —susurra acercando la frente de la bebé a su frente. Se balanceaba lentamente al frente y atrás. —Quiero hacer esto bien, pero necesito que me ayudes... Ayudame, Aemma.
Ahí su hija comenzá a sentirse incomoda y comienza a llorar, Viserys de forma rápida se pone de pie y tratada de calmarla.
—No llores, hija. Por favor—dice mientras camina de un lado a otro.
Se sentía como padre primeriso. Se le había olvidado por completo como había criado a Rhaenyra... Pero cuando su primera hija nació estaba su esposa con él. Ahora veía la habitación y estaba sola mientras el llanto de la niña opacaba todo el sonido, él estaba solo.
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