6. El Terror Rosa

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Llegar tarde era lo suyo

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Llegar tarde era lo suyo. Logró ver a Vermax, el dragon de Jacaerys quemar a una cabra. Estaba complacida de que al menos los dragones les entendieran.

Aegon sintió la presencia de su hermana y volteo para saludarla. Aunque Vaenya no le sonrió este desbordaba alegría por alguna razón.

Este fue a con ella y la toma de la mano para llevarla con los demás.

—Sueltame si quieres conservar tu mano—le advierte Vaenya viendo a Aegon. Este nervioso la suelta.

Vaenya había dejado su entrenamiento en el pozo dragon desde hace dos años. Su conexión con Crookneck era majestuosa, pero su padre insistía en que su presencia sería buena para los pequeños Velaryon.

—¿Que tanto estaban haciendo?—les pregunto y Jace voltea a verla.

—Fortalecia el vínculo con Vermax—dice Jace sonriendo.

—Bien—dice simple.

—Mi princesa—la llaman desde atrás y ella levanta la mirada para ver a los que cuidaban a los dragones. —Crookneck esta inquieto...

—Él siempre está inquieto—responde. —¿Quieren que se calme? Dejen que prenda fuego a su cuerpo.

—Si lo hace incendiara Pozo Dragon, mi princesa—le dicen. Vaenya va con ellos dejando a sus hermanos y sobrinos atrás. Tenía que arreglar eso antes de que ese el rey se enterara de lo incontrolable que se estaba convirtiendo su dragon.

—Dejen que lo lleve a un lugar seguro para que pueda encenderse.

—El rey nos ha pedido no dejarla montarlo—le dicen y Vaenya frunce el ceño, junto en ese momento cierran la boca.

—Déjenlo arder...—les dice. —... O tendrán que soportar sus berrinches—les dice volteando para ver a lo lejos como su hermano y sus sobrinos se reían.

Vaenya fue justo cuando se estaba yendo dejando solo a Aemond. En frente de él estaba un cerdo con alas... Esta lo ve con el ceño fruncido.

—Nunca me gustó el cerdo—comenta Vaenya viendo a Aegon yéndose con Lucerys y Jacaerys. —Aemond...—lo llama, pero ya no estaba. —Mierda, otra vez.

Vaenya camina para entrer abajo en donde estaban los dragones. Sabía que iría haya abajo. Camino lo más rápido que pudo y llegó a tiempo. Lo cubrió de las llamas de Dreamfyre con sus manos. El fuego le quemo las mangas del vestido verde, pero a ella no le importo, con su mano apago als llamas y volteo a ver a Aemond que estaba en el suelo.

—¿Te vas a levantar o que?—pregunta tomándolo del cuello de la camiseta para levantarlo y secarlo del pozo. Estaba enojada.

—Vaenya no me regañes, por favor.

—¿Qué no te regañe?—le pregunto casi gritando para voltear a verlo. —Aemond, no entiendo...

—Es humillante, todos se rien de mi a diario... —le dice herido.

LET IT BURN ¦ Aemond TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora