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La carta



Miró el sobre desanimado, sin curiosidad alguna, decía que era de Wendy la que se lo había dejado, y por ello estaba dudoso de si abrir el sobre o no. Él sabía que ella se había ido, ¿qué pasaría si fuera un regalo de Garfio, como la última vez? No se lo perdonaría, no quería lastimar a nadie esta vez.


Así que salió de su guarida, y se dirigió a una montaña lejana, buscando soledad, por si era una bomba o cualquier cosa que pudiera lastimar a alguien, después de todo, la prima vez tuvo suerte, no se iba a arriesgar de nuevo.

Abrió poco a poco el sobre, con mucha cautela. Se asomó un poco para ver su contenido, y se sorprendió demasiado al ver que solo había un pergamino doblado. Lo tomó y abrió, viendo que solo habían letras en su contenido, y se dispuso a leerlas.

"Querido Peter Pan...

Supongo que ya sabrás que no soy tu novia Wendy, y dado a tú inteligencia, espero que puedas adivinar quién soy antes de leer el nombre.

Tal vez te preguntes por qué usé su nombre... Sabes que si hubiera usado mi propio nombre no hubieran dejado que la carta cayera en tus manos, y eso sería desastroso para la pobre Wendy Darling.

Verás, ella en este momento está siendo torturada para revelarnos la ubicación de su amiga rubia (quien escapó), y no nos quiere decir nada. Acaban de terminar de azotar a la pobre, la cubierta está llena de sangre, sus manos están rojas porque su sangre no circula por ahí debido a la presión de las cuerdas en sus muñecas, aún así, se niega a hablar. Pero tú y yo sabemos que quiero un pez más gordo, Peter, que si, por cosa del destino, te presentaras, yo me olvidaría de Wendy y su amiga, sabes que solo quiero hacerte esto a ti, y me duele en el alma tener que hacercelo a Wendy, su único pecado fue ser igual a tí, Peter, eso me da más satisfacción al torturarla, y borra la poca culpa que tengo al hacerlo.

¿Quieres que siga viva?

Ven mañana, a primera hora, a la roca calavera, ahí intercambiaremos sus lugares; Wendy será libre, pero tú serás torturado hasta la muerte.

Tú decides, la vida de Wendy y su amiga está en tus manos, Peter Pan. Espero que no seas egoísta, y salves a estas niñas inocentes, con una gran vida por delante.

Con mis mejores deseos James Garfio.

Posdata: si llegas antes o después, mataremos a la pelirroja"

Peter sintió una enorme ira al leer esa carta, ¿cómo se atrevía si quiera a ponerle un dedo encima a Wendy?. También sintió miedo, miedo de que Wendy no aguantara hasta el siguiente día, y como le había dicho la carta, si iba hoy en su rescate, la matarían de inmediato.

Estaba en desventaja, contra la espada y la pared. Pero tenía más que clare qué iba a hacer.

Toda su vida estuvo escondiéndose de la muerte y la vejez, pues ya no más, ya no iba a huir. Wendy era más importante que cualquier vida eterna, Wendy era más importante que nada para él, después de todo, fue la única que logró llenar un vacío en él, uno que pensó jamás sería llenado, le hizo desarrollar sentimientos que jamás pensó en siquiera ver. Wendy era su luz, y aunque no hayan tenido la mejor de las historias, Peter la apreciaba con todo el corazón y, así como ella estuvo dispuesta a arriesgar su vida por lealtad, él haría lo mismo por ella.

Rompió la carta en vários pedazos, y la tiró al barranco con mucha fuerza. Estaba molesto con Garfio, y si fueran otras circunstancias ya estuviera pensando "Garfio me va a conocer". No es propio de él rendirse, y él no se iba a entregar tan fácilmente, buscaría un fallo en su plan, una forma de que nadie muera, y si lo la había, no tenía de otra más que sacrificarse por alguien especial.

Por alguna razón, luego de tantos años, Peter Pan no tenía miedo, ya no le tenía miedo a morir.

𝐸𝑛 𝑁𝑢𝑛𝑐𝑎 𝐽𝑎𝑚𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora