Distintos caminos

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Era noviembre del 2020, estaba Fernando frente a la ventana, contemplando el paisaje que dejaba ver su casa y con la chimenea encendida como su única compañía, simplemente se dedicaba a contemplar el mundo y estaba sumergido en sus más profundos pensamientos. De pronto sintió unas manos que le acariciaban los hombros y lo hicieron volver a la realidad, tomó esas manos y las besó, e hizo que se pusiera en frente suyo para sentarla a su lado y así poder abrazarla. Elsa así lo hizo y se recostó en su pecho.

El- necesito hablar contigo - dijo tranquilamente

F- dime - respondió con calma

El- hay algo que llevo queriendo desde hace varios meses y no me atrevo a decírtelo.

F- pues dímelo ahora, soy todo oídos.

El- quiero ser mamá Fernando, es lo que más deseo en este momento de mi vida, he tenido una exitosa carrera, me siento a gusto y feliz contigo y deseo formar una familia.

A Fernando se le cortó la respiración por un segundo, mientras intentaba formular las frases para decirlas en voz alta. Un hijo era algo que nunca se había planteado, al menos no desde hace mucho tiempo. Con Marcia nunca estuvo realmente dispuesto a tener relación formal y nunca pensó en hijos con ella, cuando estuvo en Brasil sus relaciones no llegaron a ser tan serias como para tocar el tema y ... con Lety había sido con la única mujer con la que en algún momento consideró la opción, pero ese tren ya había partido y sin él.

F- Elsa, amor, eres una mujer joven, llena de vida, sueños e ilusiones, sabes que eres muy importante en mi vida y yo solo deseo tu felicidad, pero un hijo es algo que no te puedo dar - dijo acomodándose para quedar frente a ella y poder verla a los ojos mientras le decía las palabras más sinceras que salían de su corazón.

El- ¡oh! - exclamó con un evidente rostro de desilusión- ¿por qué no?

F- porque ser padre no es algo que anhele en mi vida, al menos no en este momento ni tampoco en un corto plazo.

El- entiendo, pero ... - la interrumpió poniendo un dedo sobre su boca -

F- déjame decirte algo más, estos años a tu lado han sido maravillosos, eres una mujer extraordinaria, pero no soy capaz de cortar tu sueño de ser madre y si en este momento es algo que deseas creo que es mejor que sigamos caminos separados, porque tampoco te puedo prometer que en algún momento quiera ser padre, intento decirte esto desde el mayor amor que siento por ti, pero también entiendo que no quiero ni debo ser egoísta y que tú tienes derecho a encontrar a alguien que tenga tu mismo deseo y con quien puedas ser plenamente feliz.

Elsa tenía lágrimas rodando por sus mejillas, no era la respuesta que se esperaba, o al menos eso se decía a sí misma, porque en el fondo siempre supo que su relación con Fernando tarde o temprano terminaría. Lo vio y aunque había tristeza en su mirada también había agradecimiento.

El- te agradezco que seas honesto conmigo y que no me ocultaras nunca tus sentimientos, y pues creo que sí tienes razón, si ambos tenemos metas y sueños diferentes no podemos bloquear nuestros caminos porque nos terminaríamos haciendo daño y es lo que menos quiero.

F- gracias por comprender y créeme que este tiempo juntos lo disfruté muchísimo y deseo de todo corazón que encuentres un gran hombre merecedor de tu gran y noble amor.

El- Fernando por favor prométeme que vas a ser feliz, que esta vez no te vas a rendir, que vas a luchar por tu gran y verdadero amor, no permitas que las dudas o las culpas obstruyan tu verdadera felicidad, lucha por el amor que mereces y acéptalo como venga y trabájalo cada día, eres un gran hombre y yo sé que tu gran amor también lo sabe, lucha por ella.

Fernando se quedó boquiabierto al escuchar las palabras de aquella mujer, él nunca le platicó a Elsa de ningún gran amor, nunca en estos casi 13 años había vuelto a hablar de sus sentimientos más profundos, pero supuso que ella sola se había dado cuenta que en su vida existió ese gran amor que por alguna razón se había alejado y habían tomado diferentes caminos.

El- no me preguntes cómo lo sé- le dijo al ver su cara de asombro - solo prométeme que lucharás y te ganarás nuevamente su amor - le dijo con un dulce tono de voz.

F- te lo prometo, te amo y sé muy feliz.

Elsa se levantó del sillón, dándole un último beso en los labios y regalándole una sincera sonrisa. Empacó sus cosas siendo muy sigilosa y antes de salir de esa casa para siempre, puso las llaves en la mesa de la entrada y exclamó - adiós Fernando -

¿Qué será de nuestro amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora