¿Qué será de nuestro amor?

42 km

La familia esperó a que pasaran unos 20 minutos, esperar a que la mayoría de los carros se fueran, para ellos tomar rumbo hacia la meta a la que llegaría Lety en unas cuantas horas.

I-. abuelo, ¿cuánto tiempo le va a tomar a mami llegar a la meta?

Fa- el día que hablé con ella en su último entrenamiento largo me dijo que al rededor de 4h, pero estoy seguro que va a durar menos que eso.

J- así es amor, por eso no te preocupes, que aún tenemos tiempo de llegar.

E- pero ¿dónde se metió Fernando?

F- aquí estoy don Erasmo, estaba un señor vendiendo estos arreglos y lo detuve para comprar uno para Lety.

Fa- ay muchacho jaja de verdad que me sorprendes, espero que Leticia pronto te deje de tratar solo como su amigo, se ve lo mucho que la amas y lo que la procuras. Sabes que ella es como una hija para mi y solo deseo su felicidad, y sé que esa la tendrá a tu lado.

J- es cierto lo que dice Fausto, hijo no te rindas con ella, sé que has logrado entrar poco a poco de nuevo en su corazón y antes de lo que te imaginas ya serán oficialmente una pareja.

I-. ¿te vas a venir a vivir con nosotros?

E- claro que no Isma, antes se tiene que casar con tu mamá, ¿verdad Fernando?

F- Fernando tenía la cara roja y no era precisamente por el sol – ay que preguntas y cosas dicen todos ustedes – decía con risa nerviosa – es cierto que yo amo a Lety y por esa razón es por la que he dejado que ella decida el tiempo y el momento en que esté lista para algo más, lo menos que quiero es que sienta presionada, respeto su duelo y su pasado, así como el de Isma, que sabes que te adoro niño – le decía guiñándole un ojo – pero ella decidirá cuando sea el momento oportuno.

I-. pues yo si quiero que te cases con mi mamá y que te vengas a vivir con nosotros, así ya no estarías solo en tu casa y estaríamos siempre los 3 juntos.

J- lo ves hijo, en esta familia ya eres más que bienvenido y todos estamos felices que hayas regresado, sabemos perfecto que nunca intentarás sustituir a Aldo.

Fa- eso es imposible Julieta, pero también me encantaría que Fernando tenga un espacio en nuestra familia, su lugar, el que poco a poco se ha ido ganando en el corazón de todos nosotros.

F- gracias Isma a mi también me encantaría que viviéramos los tres juntos, Julietita muchas gracias, también a usted don Fausto, pero como les dije solo Lety será la que decida cuando. Pero bueno ya vámonos, que sino Leticia llegará antes que nosotros.

Los kilómetros avanzaban, los primeros 5km fueron de emoción, mucha energía y euforia, Lety no solamente entrenaba el cuerpo para la maratón sino que también la mente, su psicóloga le había explicado las fases por las que iba a pasar a lo largo de los 42km que correría y le dijo que intentara en ese tiempo usarlos para pensar algo diferente a la carrera y así el tiempo se le pasaría un poco menos pesado y algo más rápido.

Kilómetros 10-20

La emoción y ansiedad de la carrera habían pasado y es más consciente que debe seguir el ritmo que había planeado y entrenado para lograr completar todos los kilómetros que implican una maratón. Leticia iba en calma, disfrutando de la música que escuchaba y del paisaje que le regalaba esa ciudad que había aprendido a amar. Acapulco se había convertido en su hogar en los últimos 13 años, allí empezó su familia con un esposo maravilloso, en esa ciudad tuvo su mayor desarrollo profesional y ahora era dueña de una cadena de restaurantes reconocida a nivel nacional. Jamás se imaginó que la vida le tuviera destinado enviudar tan joven, Lety solo tenía 37 años cuando Aldo murió y a esa edad le tocó salir adelante sola con su hijo. Lety pensaba en todo esto mientras corría y aunque no lo decía mucho y trataba de mantenerlo en privado para ella misma, la verdad es que se sentía muy orgullosa de lo que había conseguido en estos casi 2 años al lado de su hijo. El destino le ofreció una vida muy distinta a la que se imaginó, pero que con el paso del tiempo había aceptado y amaba su vida, el duelo por su esposo había sido superado, y aunque aún sentía una ausencia en su corazón ya no lloraba por la muerte, sino que agradecía por la vida, por las oportunidades y por lo que día a día pasaba, disfrutaba del presente sin preocuparse mucho como el mismo Aldo le había enseñado y le había pedido en su última carta, Lety sabía que le quedaba una vida por delante y no pensaba dejar que esta pasara sin ella estar subida a bordo.