D O S.

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Capítulo 2

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Capítulo 2. "Accidentes."

Bajo del auto algo molesto.

Las jodidas entradas se estaban vendiendo como pan caliente, hasta que simplemente quedaban cuatro y parecía que todo el mundo tenía su entrada.

¿Ahora. Qué. Carajos. Hago?

Y ya solo quedaba un día para entregarle el dinero al primo de Levi.

Conste que si me había puesto en la labor, otra cosa había sido que me quedarán un par de entradas.

Tampoco tenía mucha paciencia para lidiar con la gente, quería deshacerme de las entradas y ya.

Si no me tocaría comprar esas entradas por mi cuenta, y me reusaba a comprar entradas para ese cantante.

Me caía mal, y me negaba a eso, mucho estaba haciendo vendiendo entradas para ese concierto.

Quería ahogar a Levi por meterme en esto, lo peor es que sabía que él no podía pagarlas en caso de que nadie las comprará.

O podía pagarlas yo y las quemaba en mi patio...

Tampoco era tan mala opción, mientras nadie se entere del fuego estaría bien...

Lo dejaré como plan B, me gusta eso.

Subí las escaleras buscando estudiantes que conociera para decirles de las entradas, solo encontré gente a qué ya le había dicho.

Resoplo.

Esta gente no ayuda.

Coloco los ojos en blanco, y me dirijo ahora hasta los jardines de la universidad, en mi caminata reviso el chat de la universidad donde publique sobre las entradas al concierto, y nada...

Hasta que observo un mensaje.

«Hey, ¿Puedes guardar esas cuatro entradas? Iré a recogerlas más tarde con el efectivo, en la plaza de la universidad, espero no sea una molestia.»

Bingo.

No lo sabía, pero quien me estuviera hablando me había ahorrado media vida, y un estrés enorme.

Aproveche para buscar a Levi para darle la buena noticia. Aunque estoy seguro de que las hubiera quemado de haber podido, pero calificaría como quemar dinero literalmente.

Ahora solo me quedaba encontrar a mi querido mejor amigo.

Recorrí los pasillos buscando alguna señal de Levi en los alrededores, me tomo varios minutos encontrar al idiota.

—Adivina ¿Qué? Al fin encontré alguien que pueda pagar las entradas.

—¿Todas?

—Todas.

—¡Es un milagro!

—Lo sé.

—¿Y cuándo las vienen a buscar o hay que llevarlas?

Fausse NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora