Notas perfectas, melodías de aves cantantoras, no desentonan ni desafinan ninguna de ellas, que tortura para los que no sean avecillas, porque el resto de nosotros que si desentona en las mañanas, e incluso en las frías noches con las estrellas cons...
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«¿Fuiste al Concierto?»
—Pero si aquí tenemos a mi mejor amigo, el caballero, que ayer estaba insultado a una de las chicas de teoría musical. —Dice Levi divertido pasando un brazo sobre mi hombro.
Ruedo los ojos, esa bruja se había pasado.
Lo peor es que nos instalamos como una hora más solo peleando, y ya todo se reducía a jodete, pedazo de estiércol.
Más vale no me encontrará a semejante idiota por ahí, era capaz de seguir discutiendo con esa gastadora de oxígeno y de la poca agua dulce que quedaba en el mundo.
Bostece, lo peor es que no había dormido enfrascado en pelear con la amargada esa.
No tenía ánimos para nadie, podían perderse en medio del mar, ¡todos!
—Andas calladito hoy. —Esteban le siguió el juego a Levi.
Rodé los ojos, que me dejarán tranquilo hasta el 30 de Febrero.
—Ayer no estaba tan calladito por el teléfono... —Agrego Alejo.
Ya veía que no me iban a dejar olvidar el asunto por el resto de mi vida.
—Lo dicen como si no se lo tuviera merecido. —Hablo al fin.
—En eso te apoyamos Sal, pero que te has quedado horas peleando con ella. —Agrego Levi.
—A mí me entretuvo la noche, así que nada que agregar. —Dijo Esteban uniéndose a la conversación.
A pesar de todo, no me arrepiento, me sirvió como ejercicio mental.
—No la iba a dejar ganar, por favor, el orgullo primero que nada.
—Mi lema de vida. —Agrego Alejo.
En eso concordaba con él.
—Ya veré yo, cuando les salga el tiro por la culata. —Debatió Levi.
Rodeé los ojos, dudo que eso pasé.
—Lo que digas, Lev. Los veo luego, me toca práctica.
—Suerte y cuidado que la pelota no te deje más descerebrado. —Se despidió Levi.
—No lo escuches, nos vemos Sal. —Le siguió Esteban.
—Yo llego en diez minutos a la práctica. —Añadió Alejo, el único que estaba en el equipo de basket conmigo.
Aún quedaban 20 minutos para la práctica, llegaría temprano, tal como me gusta.
Saqué una barrita energética de mi chaqueta, mejor desayunar antes que me dijeran algo, como me había despertado de mal humor, no había tenido ánimos de cocinar, y mi nevera estaba vacía, no había dejado nada para preparar una comida rápida.