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CAPITULO 8.

Londres, Birmingham 1831.

-¿Alice, estás lista? -escuché la voz de Caleb desde el primer nivel- ¿Naelea, qué hay de ti?

-Unos minutos.

-Bien.

Nos estábamos preparando para darle la bienvenida a lady Katherine de Brimstone y su esposo lord Benjamín Brimstone. Me hacía demasiada ilusión de que ambos nos estuviesen visitando ya que Kath residía en Inglaterra desde que contrajo matrimonio con Benjamín pero nunca habíamos tenido la oportunidad de congeniar en un buen tiempo. No sabía que invento iba a sacarle en tanto preguntara sobre mi aspecto, pero no me importaba porque solo quería ver a mi querida amiga y su familia.

-Alice, ya han llegado. Es momento de que bajes.

Caleb, mi prometido, simplemente era lo segundo mejor que tenía, lo primero es Naelea, mi incondicional amiga. Desde que les conté mi secreto han estado buscando las mil y una manera de hacerme lucir más mayor de lo que luzco, no es fácil disfrazar el cuerpo de una niña de 16 para que luzca próxima a cumplir 27.

-¿Cómo me veo? -pregunté bajando las escaleras y Caleb sonrió con una mirada perdida.

-Luces como la mujer de mis jodidos sueños -me tomó por la cintura y me dio un pequeño beso- A lo que Naelea se alista, abrámosle la puerta a los lords de Brimstone.

Caminé detrás de él sintiendo como el corazón me latía con fuerza. Preparamos todo por semanas para que ellos estuvieran cómodos durante la noche que pasarán en nuestra casa. Al abrir la puerta mi respiración se detuvo y ver a Katherine hizo que me dieran ganas de llorar.

-¿Alice? -preguntó sorprendida y se lanzó a abrazarme- ¡Oh Dios! Es que enserio eres una adolescente eterna, mirate.

-Siempre es un gusto verle, lady Katherine.

-Sabia que no perderías la oportunidad -dijo carcajeándose- Te he extrañado tanto.

-Yo también te he extrañado -me alejé un poco para admirarla y pude notar el pequeño vientre que le sobresalía- ¿Estás...?

-¡Sí! -chilló con emoción- Tengo algo más de cuatro meses, no estamos del todo seguros, pero no importa ¡tendremos un bebé!

-Los felicito mucho, eso es emocionante -miré a Benjamín quien sonreía orgulloso- Muchas felicidades.

-Gracias, Alice. Para nosotros es un gusto compartir el día de hoy con ustedes, no sabes cuanto tuve que escuchar a Katherine chillas de felicidad porque por fin podría verte.

-Es que me emocionaba demasiad.

-Bueno, adelante. Estan en su casa -habló Caleb haciéndoles pasar al salón principal- Ella es Naelea, lo seguro es que Alice ya te escribió sobre ella.

-¡Claro! -Kath se lanzó a abrazarla también- Tu fuiste quien le ayudó a Alice a confeccionar mi vestido de bodas.

-La misma -Naelea le sonrió- Es un gusto conocerla, lady Brimstone.

-Llámame Kath.

Nos sentamos a comer y la charla se hizo amena, Kath me dijo que su familia los estuvo visitando el mes pasado y que Klaus estaba jodidamente insoportable porque le insistía en venir a verme. Me contó como es su vida como lady de Inglaterra y lo divertido que es para ella.

-Además -dio un trago a su agua- Te he traído un regalo. Es una cosa sumamente cara y extravagante que solo se usa entre la clase alta. Le llaman fotoamfia o algo así.

-Fotografía, amor. Le llaman fotografías.

-Eso -sonrió- Lo he dejado al entrar, luego lo vemos, pero te encantará.