𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐛𝐲 𝐜𝐡𝐚𝐧𝐜𝐞

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Un día soleado, perfecto para pasarlo en compañía de amigos, ya sea en la piscina, playa o en los parques de atracciones. Sin embargo, había un chico que se negaba a la diversión.

─ ¿Disco Pang Pang? ¿Ustedes están locos? ─un joven de apenas unos dieciocho años estaba en su cómoda cama mientras escuchaba las barbaridades que su par de amigos decía.

─ No seas aburrido Bin. Es domingo, está soleado y no tenemos nada que hacer. ─soltaba el castaño de labios gruesos empezando a agitar el cuerpo de Hanbin.  Los chicos suplicaban que fuera con ellos.

El Disco Pang Pang era la atracción mecánica más conocida del parque de diversiones de la isla Wolmido en Incheon. Era un disco gigante con asientos y barandillas donde tenías que mantenerte sostenido sin salir disparado y causar el ridiculo de tu vida.

Era muy popular entre la gente; pero para muchos era una tortura y un temor muy grande. La simple idea de soltarte y caer en medio de gente desconocida que te observa no parecía ser muy agradable, aunque también sonaba divertido.

─ Gyuvin, ya suéltame. ─el castaño logró soltarse del agarre de su amigo y observó al otro joven riéndose en medio del piso de su habitación; eran todo un caso.─  Yujin, ¿puedes calmarte?.

El mencionado lo miró con seriedad y en silencio por unos segundos, para luego explotar riéndose más fuerte que hace un momento, limpiando algunas lágrimas caídas en el proceso.

─ Perdón, no te enfades. ─ya un poco más calmado, se levantó del suelo y se acomodó en un sillón al lado.

Por suerte el dormitorio era grande. Si fuera por Gyuvin y Yujin, ellos podrían vivir ahí sin inconvenientes, pero conocían a su amigo; cualquier cosa que estuviera desordenada tocaría su límite de paciencia y ellos apreciaban su vida.

─ ¿Si irás? ─aún no lograba comprender como es que llegó a ser amigo de esos dos.

Para evitarse más problemas y desorden en su habitación, Hanbin terminó aceptando la salida; haciendo que ambos jóvenes lo abrazaran y gritaran en su oído agradeciéndole.

Luego de una ducha rápida, una pasarela en medio de su habitación y una larga fila para las entradas; los tres jóvenes lograron ingresar al parque, notando que había más personas de la que esperaban encontrar ese día. Era domingo en verano, algo predecible.

Sin saber a donde ir primero, el trío caminó hasta un puesto de palomitas viendo el mapa que indicaba la ubicación de las atracciones. Mientras que Gyuvin y Yujin peleaban por decifrar donde se ubicaba el Disco Pang Pang, Hanbin se dispuso a observar su alrededor.

En todas las atracciones habían al menos cinco personas disfrutando, muchos niños corriendo y gritando; varios adolescentes conversando y riendo, pero un chico a lo lejos captó su atención de inmediato.

Alto, de cabello negro, con una sonrisa muy bonita. Aquel joven reía junto a sus acompañantes, mostrando una actitud igual a la de sus amigos. Hanbin era una persona desinteresada, pero este chico llamó su atención de forma fugaz, algo que no muchos lograban.

Inesperadamente, el joven hizo contacto visual con el castaño, haciendo que este dejara de respirar por unos momentos. Le regaló una sonrisa y a los segundos se fue sin dejar rastro, escabulléndose entre la gente.

─ Bin...hyung...¡Hanbin! ─él no escuchó cuando sus amigos llamaban a su nombre; quedó embobado con la mirada que el desconocido le brindó.

Tratando de disimular, prestando toda su atención al par que le hablaba, más no podía sacar al bello chico de su mente.

𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ┉ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora