𝐡𝐮𝐧𝐠𝐫𝐲

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─ Tengo hambre.

─ Cómeme.

─ ¿Qué?

El celular del coreano cayó al suelo mientras trababa de mantener su boca cerrada frente a lo dicho por el chico frente a él. En cambio, el otro seguía comiendo su cereal como si no hubiera dicho nada. Tan tranquilo y desinteresado.

─ Hyung...¿acabas de oír lo que dijiste?

─ Si. ─respondió metiendo la cuchara a su boca.─ ¿Algún problema?

Desconcertado, así se encontraba Hanbin; un joven estudiante de arquitectura de veinte años que vivía con su amigo músico de veintiuno.

Aún no recordaba la forma en la que conoció a Zhanghao. No recordaba como fue que se mudó a su departamento, ni como ahora comía todo lo que había en su cocina.

Lo único que sabía era que Zhanghao fue su único acompañante en su vida de universitario. Él siempre fue su apoyo y soporte. Lo apreciaba demasiado.

Lo único raro en él era que siempre aparecía diciendo cosas cuestionables y extrañas en los momentos más inesperados.

Así como la vez que mientras comían puré de manzanas preguntó sobre como se hacía el papel de baño; o aquella vez en la que comían helado de limón y salió con el tema de los zombies y sirenas.

Hanbin no lo entendía, pero aún así prestaba atención a todas sus conversaciones y anécdotas por más raras que fueran. Amaba ver sus ojos brillantes cuando hablaba de dichos temas. Su emoción era contagiosa y, aunque que no comprendiera, captaba tu atención.

Pero justo ahora, esa pequeña palabra insignificante logró tomar a Hanbin desprevenido. Se agachó para recoger su teléfono del suelo, y cuando levantó la mirada, Zhanghao lo miraba sonriendo.

─ ¿Ahora qué tienes?

─ ¿Alguna vez te dijeron que te ves como un conejo confundido?

Elevó su mano hasta el cabello del menor y sacudió levemente las greñas marrones. Tan suave y sedoso, como el pelaje de un conejo.

─ ¿Qué haces?

Un ligero sonrojo se posó en las mejillas de Hanbin, creando una imagen tierna sobre él. Zhanghao sonrió aún más. Era tan lindo que no podía soportar.

─ Bueno Bin, tengo que ir a la tienda. Se acabó el cereal.

Así de rápido cambiaba el tema; sin dudas era extraño pero lindo. Hanbin sacó de su bolsillo un billete y se lo entregó, seguido se tumbó en el sofá mirando al techo.

─ Compra todo lo que te alcance. Estoy hambriento.

─ Ya te dije, puedes comerme.

Y antes de que Hanbin reaccionara, Zhanghao salió corriendo por la puerta, azotándola mientras se reía del rostro rojo del menor, quien pensaba en todo mientras su corazón palpitaba.

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AYUDA ME MORI
ZHANGHAO??!! QUIEN ERES??!
Over Me mi canción
me la voy a tatuar en las nalgas
Enfin, el haobin ganando como siempre, tuvimos mucha interacción en el cap de hoy <3

𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ┉ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora