7. Perdedora confianzuda.

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Perdedora confianzuda.

Despues de esa rara conversación me quede en mi habitación, tenia pintura nueva por lo que había decidido pasar mi mañana pintando en mi habitación mientras sonaba música, un viejo hábito que tengo es llenar mi habitación de pinturas que yo misma hago, admito que la Jules de 4 años se lo copió a Rapunzel JAJAJA.

Los acordes de una balada resonaban en mi dormitorio y el olor a velas de vainilla estaban impregnados en el aire, yo estaba  con mi playera gigante llena de pintura y moño horrible que ni siquiera me había ezforzado en acomodarlo desde que me desperté hasta que escuché que tocaron mi puerta rompiendo mi momento de sentirme main character.

Al abrí la puerta entro la persona que menos me espera ver. Tom Riddle, aún en pijama con un libro y una taza de té.

—Buenos días – saludó entrando viendo todo a su alrededor.

—Claro pasa –murmuré  —  Buenos días, Riddle –

Cerre la puerta detrás de el — ¿Por eso el color blanco de la habitación? – preguntó viendo lo que estaba pintando.

—Asi es y puedo preguntar ¿que haces aquí?–

Se encogió hombros y me miro por primera vez desde que llegó — Estaba aburrido y no te aparecías por ningún lado, siempre estás merodeando por ahí o haciéndote amiga de cualquier persona que se te ponga en frente pero hoy no aparecías por ningún lado– habló sentándose en mi cama.

— No me hago amiga de cualquier persona –reí caminando de nuevo a mi pintura.

— Ayer te ví haciéndote amiga de una chica en la biblioteca, después te presento a todos sus amigos, parecían conocerse de años  –atacó.

—¿Tu le dijiste a Draco? –reí — Porque apareció de la nada y me obligó volver a la sala común con el.

—Tal vez –movio un poco la cabeza — ¿Puedo quedarme? –preguntó.

— Claro, esta muy aburrido afuera.

Ambos nos quedamos entretenidos en nuestras respectivas cosas  por un rato más. El ambiente era demasiado tranquilo, además de que el castillo estaba casi vacío ya que todos estaban en Hogsmeade, Tom ni ruido hacía, paso casi dos horas leyendo en silencio sin levantar la mirada o decir alguna palabra, lo cual siendo sincera me encantó, ya que pude consentrarme muchísimo, al punto que me quede dormida en el suelo.

No sé cuanto tiempo paso, pero me levanté lentamente pues mis brazos y mi espalda dolían por quedarme dormida en el piso. Tom solto una risita burlona al verme volver a la vida.

— ¿Cuánto tiempo paso?–pregunté estirando mis músculos sintiendo como tronaba toda mi espalda.

—El suficiente para que en cualquier momento Draco y los demás entren por esa puerta. –me giré a verlo y el wey ya hasta se había bañado estaba lavandose los dientes.

— No digas porquerías ¿por qué no me despertaste? –hable corriendo a la sala común.

Prepare todo en 5 minutos ¿como lo hice? no sé, pero la sala común se veía perrona, igual no había mucho que hacer además de poner las luces alrededor, preparar la barra de tragos y mover algunos muebles, todo listo. Subí de nuevo a mi dormitorio y  para mi sorpresa Tom aún no se iba.

Soy buena para hablar como perico, pero a Tom no tenía idea de que decirle el Tom de mi rd era muy diferente al que estamos acostumbrados, ya saben el gruñon que siempre esta a la defensiva y todo eso. Este Tom es tan relajado que asusta.

—¡Bueno ya me arte! –exclame caminando hacía Tom.

—¿Ahora que? –preguntó viéndome con una expresión confusa.

𝗩𝗶𝗰𝗶𝗼𝘂𝘀; 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖣𝖾𝗌𝖾𝖺𝖽𝖺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora