10. Ginger.

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Ginger


— ¡Qué la mates!–exclamó Tom.

— ¡No, no pienso hacerlo!–respondí aplastando contra mi pecho mi tacón.

— Mata a la maldita araña ¡ahora!

— ¿¡Qué te hizo!?–Tom tenia su mirada sobre mi pues yo aún estaba de pie en mi cama —. ¡La pobre no tiene culpa de ser una araña!

— ¿Y tú desde cuándo te volviste defensora de las arañas?–dijo viéndome con más coraje aún.

— Desde que estás obligandome a matar una, baboso.

— ¡Auch! Morgan, deja de pisarme–se quejó Regulus quien estaba medio acostado en mi cama leyendo un libro.

— Perdón–murmuré.

— ¡Mátala ya!–insistió Tom.

— ¡Que no, Tom!

— ¡¿Por qué putas no?!–exclamó.

Mi boca se abrió dejando ver lo sorprendida que estaba por sus palabras.

— ¡Regulus!–llamé en busca de ayuda.

— ¡Ese lenguaje, niños!–nos regaño Regulus usando el mismo tono autoritario que utiliza con el equipo de quidditch.

— ¡Matala ahora!–insistió.

— ¿Niños? yo no eh dicho nada; segundo ¡no voy a matarla!

— Ahora, Morgan–insistió.

— Que no.

— Si.

— No.

— Si.

— ¡No!

— ¡Que si!

— ¡Bueno ya me hartaron!–exclamó Regulus levantándose — Si nadie lo quiere hacer yo la mataré.

— ¡Ni se te ocurra!–exclamé viendo como se acercaba violentamente a la pobre araña.

Entre todo lo que pude hacer para salvar a esa pobre pequeña no se me pudo ocurrir mejor idea que aventarle mi tacon en la cabeza a Regulus.

— ¡Auch!–se quejó tocando su cabeza.

— ¡Perdón!–exclamé bajando rápidamente de mi cama y acercándome a el — ¡Es que no sabia que hacer!

— Morgan ¿que demonios?–exclamó Regulus masajeando su cabeza.

— ¡Perdón, perdón! ¡Te juro no fue intencional!–exclamé.

— Te pedí que matarás la araña, no que le partieras la cabeza a Regulus–dijo Tom con una sonrisa.

— Por tu culpa, solo dejame llevarme a la pobra araña fuera de aquí–dije rápidamente.

— Solo tienes que matarla, ni siquiera se dará cuenta. Probablemente ni siquiera sepa que está viva.

— ¿Si, hola? ¡¿Por qué un tacón?!–regaño de nuevo Regulus.

— ¡Ibas a matar a la pobre araña! ¿Qué se suponía que hiciera?–

— Definitivamente no aventar tu zapato–dijo Tom riendo.

— ¿Saben qué? me largo. Morgan mata a la araña o a Tom, pero has algo–exclamó Regulus caminando fuera de la habitación.

Tom y yo seguimos con la mirada a Regulus hasta que abandono la habitación y luego volvimos la vista hacia el otro.

𝗩𝗶𝗰𝗶𝗼𝘂𝘀; 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖣𝖾𝗌𝖾𝖺𝖽𝖺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora