11. Malas ideas.

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Malas ideas

— ¿¡Qué hicieron!?–la voz de Hermione resonó por todo el pasillo antes de que siquiera empezará a pensar correctamente.

Fred se levantó rápidamente y se dirigió a su gemelo para abofetearlo.

— ¡George, George! ¿Me escuchas?–exclamó.

— S-si–murmuró.

¡Ya valió madres!– exclamé sentandome tomando mi mano y moviendola para revísala haciendo que George tomará compostura nuevamente.

— ¡10 segundos!–exclamó Hermione.

Después de que algo saliera mal en cualquier broma, la regla de los diez segundos es verificar daños y buscar opciones.

— Estoy bien– dijo Fred.

— También yo– repitió George.

Hermione se acercó rápidamente a mi y revisó mi mano.

— ¡No esta rota! ¡¿Qué pasó aqui?!–exclamó hacía los gemelos quiénes estaban completamente morados— ¿¡Qué vamos a hacer!?

— ¡No fue mi culpa, a mi solo me taclearon!–me excuse rápidamente..

— Lamento esto–repuso Hermione moviendo sus manos nerviosamente.

Si Hermione no sabía que hacer yo menos, en ese momento verdaderamente entre en pánico en cualquier momento Mcgonagall iba a entrar en ese pasillo y estaríamos fritos.

— Mierda, mierda, mierda–murmuraron los gemelos.

— Podríamos…

— Tal vez si…

No podían siquiera terminar de hablar, porque ni siquiera sabían que hacer.

— Asumiré el castigo, solo esta vez–murmuré.

— ¡No!–exclamó Hermione — No tienes porque hacerlo, Morgan.

— Me castigarán pero no tanto como a ustedes por ser nueva– dije rápidamente — Trate de jugarle una broma a los gemelos, salió mal y terminamos aquí, eso fue lo que pasó.

— Por mi está bien– murmuró George.

— ¡Por supuesto que para ti va a estar bien!–exclamó enojada Herm — ¿Estas segura?– me preguntó esta vez a mi en un tono más tranquilo.

— Si, tranquila, estaré bien– sonreí — Ahora vete, o Mcgonagall te verá aquí.

Dicho esto Hermione pidió disculpas una vez más, me dejo un beso en la mejilla,se levantó y desapareció por el pasillo.

El love lenguaje de Hermione era el contacto físico, lo sabía. Pero jamás me había dado un beso siquiera en la mejilla, lo cual hizo mi rostro hervir. Al girar mi rostro de nuevo a los gemelos estaban con una amplía sonrisa, ignorando por completo el hecho que estaban escurriendo de pintura morada.

— Quiten esa cara, Uvas–espeté — Háganse los sufridos o algo.

En ese momento Mcgonagall llego al pasillo junto a Lupin, Snape y como siempre tras de ellos Sirius y James.

— ¡Weasley's! ¿¡Qué pasó aquí!?–exclamó furiosa Minnie.

A como pude trate de levantarme pero me era difícil, George al percatarse de eso me dió la mano pero lo único que conseguí fue darme cuenta que si tenía un dolor en ella.

— Esta vez fue mi culpa, profesora Mcgonagall–dije entre dientes en cuanto estuve completamente de pie.

Apesar de que no podía verlos estaba segura de que los gemelos estaban asintiendo a mis espaldas.

𝗩𝗶𝗰𝗶𝗼𝘂𝘀; 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖣𝖾𝗌𝖾𝖺𝖽𝖺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora