𝗩𝗶𝗰𝗶𝗼𝘂𝘀; 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖣𝖾𝗌𝖾𝖺𝖽𝖺.

13. Halloween.

Halloween.

Salí del baño y me propuse ver cada una de las fotos de Regulus, tratando de hacer el mayor tiempo posible antes de bajar las escaleras de nuevo, me quité las zapatillas y estire mis piernas un poco, Sirius y James definitivamente habían terminando con mis pobres pies, prendí un cigarro y comencé mi recorrido entre las fotos de Regulus.

No podía entender por qué se odiaban tanto, creía que al poner a Regulus en Slytherin les haría acercarse un poco, al menos no tener tantos prejuicios entre si, pero era todo lo contrario... Cada interacción o cada palabra parecía que los hacía odiarse más y más.

Pero ¿por qué?

De Draco, Tom e incluso Blaise lo entendía, tenían sus prejuicios bastante marcados y no se molestaban ni un poco en ocultarlo. Aún asi eran capaces de convivir con sangresucias pues amaban a Lily, al preguntarle a Tom porque hablaban tan bien de Lily apesar de eso solo dijo »Porque es Lily« lo cual evidentemente no me dijo mucho pero era obvio que la apreciaban.

Sin embargo Pansy y Regulus lo único de lo que jamás podrían acusarlos era de ser puristas.

Por lo que me fue imposible no pensar que entre Harry y Regulus paso algo... algo que hizo que su relación se conviertiera en eso. Pero esa conclusión era difícil si quiera imaginarla; pues cualquiera que los viera podria asegurar que habían pasado toda su vida odiandose.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por las delicadas notas de una melodía que conocía bastante bien. Apague el cigarro y salí de la habitación sin hacer ruido siguiendo la musica, me detuve en la puerta que estaba al inicio de a las escaleras, al asomar mi rostro ví a Hermione tocando el piano, su camiseta había sido remplazada por con una sudadera que antes usaba Harry, su vista estaba fija en el piano y se veía extremadamente bonita.

Sus dedos se deslizaban delicadamente por el piano tocando easy on me de Adele mientras su cabello castaño caía por sus hombros, el pensamiento de que nunca me cansaría de ver esa pequeña mueca que hacía cuando estaba concentrada paso por mi mente mientras me recargaba el marco de la puerta. Hermione era hermosa; y no solamente físicamente.

Al terminar de tocar giró su vista hacia mi con una sonrisa en sus labios haciéndome sentir apenada, como si hubiera interrumpido un momento íntimo.

— ¿Sabes tocar?–preguntó riendo delicadamente.

— No, pero siempre quise aprender–murmuré tratando de mejorar mi comportamiento —No sabía que tocabas tan bien.

— Estoy practicando – dijo encogiéndose de hombros - ¿La noche ya se volvió un caos?

— Mhm– suspiré — ¿Siempre gritan tanto?– pregunté caminando hacía ella.

— A veces gritan, a veces terminan golpeándose y otras veces solo se ignoran–murmuró cuando me senté a su lado —Asi lo habría querido Salazar Slytherin ¿no?

— Si bueno, tal vez por eso no vivió mucho–dije provocandole una sonrisa.

— Dijiste que no sabías tocar... talvez pueda enseñarte algo– sonrió.

— Bien, pero tengo que decirlo–dije poniendo atención a el piano —Lo intente una vez y no soy muy buena, de hecho, todo lo contrario.

— Eso no importa, soy buena enseñando.

Comenzamos a tocar, ella me decía que tocar y yo solamente hacía lo que ella decía mientras sentía su mirada en mi, la verdad es que Hermione tenía razón... Era buena enseñando. seguimos tocando hasta que mis manos no pudieron mas con la presión de su mirada y terminé tocandola incorrectamente de nuevo.