Nancy

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Segunda parte:A la deriva

Su vejiga la despertó en medio de la noche. Nancy abrió sus ojos legañosos y los frotó. Un vistazo rápido le mostró que el otro lado de la cama estaba vacío. Nhoa no estaba en la cama de nuevo.

Ella frunció los labios y se sentó con dificultad. Dios, ella estaba sólo de siete meses y medio, pero se sentía como un pequeño elefante. No estaba segura de sí podría soportar otros dos meses de esto. Tal vez realmente deberían haber esperado como Nhoa había querido: tenían suficientes problemas ya sin un bebé en la mezcla. La reacción de Nhoa ante su embarazo no había sido tan buena como Nancy lo había esperado. Su humor parecía estar deteriorándose mientras que el embarazo avanzaba y ella no era la única que lo había notado. Gracias a Dios, el gerente de relaciones públicas de Nhoa al menos había logrado acallar el escándalo causado por el comportamiento de Nhoa durante el partido inaugural de
la temporada -él había plantado el rumor de que Nhoa sólo estaba
tomando la noticia de la renuncia de su médico con dificultad-. La prensa
había aceptado la explicación: la historia de la recuperación milagrosa de Nhoa por su lesión en la médula ósea era ampliamente conocida. Fue una buena explicación.

Fue una buena explicación porque era la verdad.

A veces ella deseaba que no lo fuera.
Nancy dejó escapar un suspiro. Para ser completamente honesta, ella se
había alegrado un poco cuando se enteró de que James estaba dejando
Inglaterra.

Le gustaba James -era imposible para él resultar desagradable y tampoco
resultaba hiriente el que fuera increíblemente agradable a la vista- pero su relación con Nhoa siempre la hizo... sentirse incómoda. Para llamar al pan, pan, ella siempre se había sentido un poco celosa de lo cerca que estaba de Nhoa. Sabía que sus celos tenían poco sentido. James podría ser
gay, pero su relación era completamente platónica; Nhoa era tan recto como una flecha y la amaba.

Excepto…

Excepto que había algo que tenía la relación de Nhoa con James que
faltaba en la de ella y Nhoa: intimidad emocional.

Nhoa podría estar enamorado de ella y desearla, pero él nunca se abrió por completo a ella.

Incluso cuando estaban acostados desnudos después de hacer el amor, ella podía sentir algo separándolos. Algo intangible, pero que estaba allí. A Nhoa no le gustaban los abrazos después del sexo de todos modos; él no era del tipo acariciador, sensible, bueno, a menos que fuera con James.

Con James se convertía en un acariciador-sensible-pulpo y se acurrucaba contra él en cada oportunidad. Racionalmente, comprendía porqué Nhoa se sentía tan cómodo cuando James lo tocaba: teniendo en cuenta el hecho de que Nhoa había estado paralítico por meses, probablemente se había acostumbrado a tener las manos de James sobre él a diario. Solo era natural que confiara tanto en su ex fisioterapeuta. No era nada por lo que estar celosa.

Nancy miró el lado vacío de la cama nuevamente e hizo una mueca.

¿A quién estaba engañando? Ella sabía por qué se sentía celosa de James.

Nhoa podría estar enamorado de ella, pero él no la necesitaba. Cuando
estaba triste, era a James a quien recurría. James era el único al que
necesitaba.

Los labios de Nancy se torcieron al recordar el partido contra Arsenal la
temporada pasada. Había sido un torneo muy importante en Londres y el equipo de Nhoa había perdido gracias a la dudosa decisión del árbitro de anular el gol de Nhoa. Decir que Nhoa estaba enojado y molesto sería no decir nada. Nancy trató de consolarlo, pero Nhoa le gritó que lo dejara solo y que no quería compañía, así que Nancy decidió dar un paseo y darle unos minutos para calmarse.

Quizás algo enfermizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora