Papi soltero (Itanaru)

Capítulo 4

-Localizamos a Sasuke, se encuentra en la fortaleza -todos veían hacia el lugar, el corazón de Naruto comenzó a latir con más fuerza cada vez que avanzaba, comenzó a recordar el sentimiento de despedida que el Uchiha le había hecho sentir, mordió sus labios con temor, un sujeto con máscara les cortó el paso, el rubio de inmediato lo ubicó, se colocó junto a Kakashi, le daba frío y una sensación de escalofríos el sujeto, el sensei lo vio con duda, era extraño verlo de esa forma, ¿tenía miedo? -ese sujeto, me da escalofríos -el Hatake abrió sus ojos con sorpresa, nunca lo había escuchado decir algo así, comenzaron a atacar al Akatsuki burlón, pero Naruto no se despegaba de su lado, ambos podían sentir la mirada del sujeto sobre el rubio, era obvio que buscaban su oportunidad para capturarlo.

-¿Quién demonios eres?.. -el enmascarado se burló como un niño… -Tobi es un niño bueno, sólo estoy jugando, atrápenme -rio con diversión mientras los esquivaba. Naruto sentía que andaba algo mal, un enorme relámpago cayó sobre la fortaleza llamando la atención de todos, una serpiente blanca hizo aparición, un coloso rojo se dejó ver destruyendo a la poderosa bestia que trato de envolverlo, el amaterasu lo atravesó, una gran espada terminó con la serpiente, todos guardaron silencio ante ese increíble poder, el rubio comenzó a sentir que su corazón latía con fuerza, sentía su garganta cerrarse, sus ojos se hicieron brillosos, giró su mirada, un ser negro salió del árbol junto a Tobi -está hecho, la pelea terminó. Sasuke Uchiha ganó, asesinó a Itachi -los ojos del rubio se abrieron enormes, se hicieron brillosos, tragó pesado conteniendo la respiración, su cuerpo temblaba, ¿qué demonios era ese sentimiento? su pecho dolía, bajó su rostro ocultando su mirada llena de dolor, frustración, sus puños dolían por apretarlos, el equipo comenzó a correr, él únicamente los seguía, no pensaba, no hablaba, no se sentía bien, quería vomitar,  llegaron al lugar del combate, ya no había nada, ni nadie .

Naruto revisaba con cuidado el lugar con la esperanza de encontrar su cuerpo, algo de él que pudiera guardar, atesorar, por pequeño que fuera, tenía una enorme necesidad de tenerlo cerca, el piso era infinito en ese momento, pero algo llamó su atención, caminó lentamente, se agachó, podía recordarlo de hace unas horas, su collar, lo tomó con discreción, lo guardó con velocidad en su chamarra. Kakashi lo veía con duda, se acercó lentamente al verlo sospechoso, el chico comenzó a vomitar sin poder contenerse más, vomitaba por miedo, ansiedad, el nudo en su garganta creció al saber que no volvería a ver al chico, estaba nervioso.

El Hatake ahora entendía, seguramente comió algo que lo puso mal y por eso la actitud todo el camino, seguramente estaba preocupado por Sasuke -¿te sientes mejor? -preguntó al verlo levantarse, Sakura se acercó -déjame revisarte -el rubio levantó su mano deteniéndola -estoy bien Sakura, no es necesario que hagas nada -la sorpresa en ambos sensei y alumna era evidente. Hinata sonrió, tal vez se había desencantado de la Haruno y tenía una leve oportunidad. El Uzumaki todo el camino guardó silencio, ese sentimiento de asfixia sentía que podía desquiciarlo, entregaron misión, él se dirigió a su departamento, se acostó tratando de descansar, pero nuevamente no se sentía bien, corrió con velocidad al baño, comenzó nuevamente a vomitar con todos esos sentimientos encontrados.

.....

Acababa de amanecer, abrió sus gemas con dificultad, se dio cuenta que abrazaba el inodoro, tenía un sabor horrible en la boca, había pasado la noche vomitando, seguramente era por la noticia sobre la muerte del Uchiha, mordió sus labios sin poder contenerse más, comenzó a llorar con tristeza sin poder entender porqué lo hacía, sólo pasó una noche a su lado, lo había tratado con tanto cariño y delicadeza como nunca nadie lo había hecho con él, abrió sus gemas al entender, era imposible, no podía enamorarse en una sola noche, negó sin querer creerlo, era estúpido, era totalmente estúpido ese razonamiento, mordió sus labios lastimándolos, comenzó a sangrar, su cuerpo se iluminó en chakra verde comenzando a sentirse mejor físicamente, abrió sus ojos con sorpresa, nuevamente chupó su herida sintiendo un alivio total con respecto al mareo y al vómito, eso era nuevo, tal vez una característica de ser jinchuriki, se levantó, caminó hasta su cama dejándose caer en ella.

Naruto comenzó a recordar al Uchiha, sus manos, sus besos, su cuerpo, su rostro, todo de él le había encantado, todo, lágrimas salieron de sus azules con tristeza, con su chamarra las secaba de inmediato, tal vez todo lo imaginó y nunca sucedió, era todo tan extraño, sucedió tan rápido, levantó su vista viendo la flor y la nota sobre su escritorio, aún estaba abierta, los pétalos comenzaban a caer lentamente, sonrió con tristeza, nuevamente limpió sus lágrimas regañándose mentalmente una vez más.

Tocaron su ventana, limpió sus ojos con velocidad respirando hondo, se levantó, la abrió -¿qué sucede sensei? -kakashi lo veía con cuidado, aún se veía afectado por no conseguir traer a su amigo de regreso, mordió su mejilla -Tsunade-sama nos busca -el rubio asintió, sin humor alguno caminó junto a su sensei en silencio, al llegar Gamabunta y Kichi estaban fuera de la torre -¿sucede algo jefe Bunta? -kichi iba a responder cuando su padre lo detuvo -no nos corresponde -Naruto los vio con duda, nuevamente su corazón latía con fuerza, recordaba ese sentimiento, apretó su pecho con ansiedad, Kakashi lo vio con duda, se fijó en la cadena en su cuello que apretaba el rubio, se le hacía conocida, negó, no era momento, entraron en la oficina, el rubio vio a Fukasaku -¿pa? -Tsunade lo vio con cuidado -Naruto -el rubio giró su mirada a la Hokage, todo se detuvo a su alrededor cuando escuchó las palabras del sapo -Jiraiya-chan ha muerto en combate -todo giró a su alrededor, se sostuvo de la pared, la gente le hablaba, pero él dejó de escucharlos, corrió al baño de la oficina kage, se encerró, comenzó a vomitar una y otra vez, Tsunade tocaba con insistencia -Naruto abre la puerta -el rubio mordió su brazo curando sus mareos y vómito, abrió la puerta, corrió con velocidad lejos de ahí, el resto supuso que todo lo que había sucedido estos días lo abrumaba y el vómito era una respuesta natural de su cuerpo.