↳˗ˏˋ 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 ˊˎ˗ ↴
𝘱𝘦𝘥𝘳𝘪
Bea.
Ese nombre ha estado rondando por mi cabeza durante dos días seguidos; la curiosidad ha entrado a mí para quedarse hasta saber quién es el dueño o dueña de ese nombre. He preguntado varias veces a Ansu y Ferran, ambos se niegan a contarme y está bien, no tienen el derecho de hacerlo.
¿Le he preguntado a Gavi? No, no lo he hecho debido a que no quiero molestarlo o incomodarlo gracias a mi curiosidad.
Mejor me quedo callado, llegará el momento en donde sabré quién es y la curiosidad se irá más rápido de lo que vino o al menos eso espero. Algo en mi dice que saber la persona detrás del nombre no será para nada de mi agrado.
Podría preguntarle a Leah, quizás ella sepa quién, aunque la posibilidad de que me contesté es escaza debido a su trabajo.
Sumando que la pregunta que el español hizo mientras jugábamos a las escondidas en el departamento de mi querido amigo Torres, no me ha dejado descansar, aunque la haya respondido, se exactamente que esa no era la respuesta que él esperaba; hay algo en mí duele al saber que no le puedo dar la verdadera porque aún no lo he descubierto, no del todo.
¿O ni he empezado a hacerlo? Como sea.
—Repito, ¿De qué sabor querrá su helado? —una voz femenina rompe mi burbuja trayéndome a la realidad.
Mi mirada se posa en la joven frente a mí, dedicándole una sonrisa y examinándola de manera cautelosa. Cabello castaño largo y ondulado, piel morena y unos sorprendentes ojos color azul. Me recuerdan a los de Valentin Oliva, con la diferencia de qué son más resplandecientes los de la joven que tengo frente a mí.
«Son lindos, pero no son color miel»
—Chicle —le indico el sabor de helado que me gustaría comer este día luego de ver el menú que ellos poseen.
Es loco ya que afuera del local hace un frío tremendo pero mis ganas de comer helado son desde hace varios días y hasta hoy voy a poder saciar mis deseos alimenticios.
Cada acción realizada por la joven es inspeccionada por mí, de alguna manera u otra me es difícil quitar mi mirada de ella, cabe destacar que parece que la estoy haciendo sentir nerviosa, ya que deja caer los utensilios que está utilizando para preparar mi helado.
—Deja de mirarme —murmura entre dientes levantando con sutileza su mirada y posándola en la mía.
Una pequeña sonrisa de costado se hace visible en mi rostro dejando escapar suaves risas ante sus palabras: —¿Por qué?
Y antes de qué ella pueda responderle soy rodeado con delicadeza por unos suaves brazos que al instante me transmiten paz y algo más. Cuales conozco al instante al mismo tiempo que su aroma llega a mis fosas nasales, cerrando mis ojos por un par de segundos.
—Pepiii —susurra a mi oído con voz suave y dulce, alargando la "i" haciendo que sea mucho más tierno y en ese momento mi atención deja de ser para la chica.
Podría estar así todo el día, ¿Por qué? Porque ser abrazado por él me encanta, me transmite ese sentimiento de amistad, paz y seguridad. Sumando que hace sentirme especial ¿vale? No todos se ganan los abrazos de Gavi.
—Su helado —de nuevo la voz de la chica rompe nuestra burbuja, haciendo que abra mis ojos y tome entre mis manos mi pedido.
Agradezco dándole una sonrisa de boca cerrada, procediendo a pagar el helado y girar sobre mis talones olvidando por completo que tengo detrás al sevillano quedando cerca de Pablo... talvez muy cerca ya que estoy cien por ciento seguro de que estoy sintiendo su respiración chocar con mi rostro.

ESTÁS LEYENDO
Don't blame me | Pedri & Gavi.
Romance𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄 ⩩﹕Romper aquella promesa que me hice a mí mismo luego de que ella se fuera no estaba en mis planes, mucho menos volver a caer y colocarlo sobre mi moral, sobre mi buen juicio. Sentimientos extraños florecieron en mí de...