Don't blame me | Pedri & Gavi.

19.

↳˗ˏˋ 𝐍𝐨 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐨 𝐧𝐚𝐝𝐚. ˊˎ˗ ↴

—Hey, despierta que tenemos entreno —murmuraron lo suficiente alto como para que yo escuchará, ignore su comentario; me encontraba realmente cansado—, Xavi se puede molestar...

—Que se moleste —musite dándome la vuelta y enterrando mi rostro en la almohada, un aroma conocido llegando a mis fosas nasales y obligando a que me levantará de golpe al hacerlo, un dolor severo se hizo presente en mi cabeza; viendo a mi alrededor y notando que me encontraba en la habitación de cierto sevillano.

—Te he traído ropa —comento de nuevo la voz anterior, di pequeños asentimientos, frotando mis ojos con mis manos, sin querer levantarme aún—, también un café para que te despiertes más...

Asentí agradecido y me puse de pie, caminando hacia el baño. Al verme en el espejo, suspire notando las pequeñas ojeras que bajo mis ojos se estaban formando así mismo el cansancio que se mostraba en mi rostro. Con el cabello despeinado y un aliento horrible. Pase mis dedos con delicadeza por mis mejillas, cerrando mis ojos en el acto.

—Te ves fatal —me dice el español viéndome a través del espejo, suspira y se acerca a mí. Haciendo que girará sobre mis talones y sin pensarlo, me rodeo con sus brazos de manera lenta y dando aquella paz que necesitaba en ese momento.

—¿Y él? —pregunte en un tono bajo a su oído, cerrando mis ojos por las caricias que Ansu proporcionaba en mi espalda.

Cabía la posibilidad de que él aun estuviese por el departamento, quizás desayunando o arreglando el mismo, pero también cabía la posibilidad de que ya se hubiera ido, mucho antes de que yo despertará y que, por eso mismo, Ansu estuviera aquí.

—Se ha ido minutos antes... —me dio la respuesta que esperaba, suspire dando por terminado ese abrazo—, lo siento —se disculpó y yo negué.

—Quién debería decir un "lo siento" es él —comente para mí mismo en un susurro con voz decepcionante—, y quizás también se merece uno por parte mía —hice una pequeña pausa, tratando de recordar sus palabras dichas el día anterior, las cuales eran lejanas para mí ya que la noche pasada, no estaba al cien por ciento—, estoy listo en cinco.

Él asintió, sin darle mucho rollo a mis palabras porque ese era tema solamente entre Pablo y yo. Me di una ducha con tiempo récord así mismo me vestí; ambos salimos apresurados del departamento para diez minutos después estar ya fingiendo demencia mientras iniciamos a entrenar con los chicos mientras que sentía una fuerte mirada de Xavi, la cual estaba iniciando a intimidarme y me hacía cuestionarme demasiado. Sumando que muchos me miraban con pena, me sentía como si hubiese hecho algo malo o demasiado vergonzoso y en cierta parte no me importaba, demasiados problemas cargaba ya como para pensar en uno más.

Mi mirada busco al sevillano hasta hallarlo hablando tranquilamente con Lewan. Se miraba fresco, despreocupado, como si nada hubiese pasado y hecho, risas salían de sus labios y negaba por algún comentario que de seguro el polaco había hecho. Reprimí mis palabras y ahogué mis pensamientos.

Al terminar el entreno, Xavi se acercó a mí con ceño fruncido y una mueca que demostraba lo enfadado que estaba: —Antes que alguien superior se meta, hablaremos, te espero en mi oficina.

Hablar significa problemas y yo no quería más problemas.

Mordí mi mejilla interior y desvié mi mirada para encontrarme con un par de ojos miel que me miraba expectantes a cierta distancia. Dejo que un suspiro saliera de sus labios y cuándo creí que caminaría hacia mí, hizo lo contrario; se alejó y continuo con la charla que estaba teniendo junto a Robert. Camine hacia la oficina de Xavi, moviendo mis dedos con nerviosismo fuera lo que fuera estaba seguro de que de bueno no tenía nada. Toque esperando y escuche un "adelante" por parte de él.