Una pomada

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En un departamento se podía escuchar unos "gritos".

Mo - Auch,  Idiota te dije que lo pusieras con cuidado.

Decía con un poco de dolor.

He - Es lo que estoy haciendo.

Menciono el moreno.

He - Pero está cosa es muy espesa y el difícil de aplicar, es obvio que te dolerá.

Mo - Lo se, pero no seas tan salvaje He Tian.

He Tian solo pudo soltar un respiro mientras seguía sobando un poco la zona.

He - Okey, lo siento, pero lo voy a sentir más después de lo que haga. No me odies.

Mo - Que se supone que vas a ha- Ah, estúpido detente, eso duele.

Decía muy adolorido con varias muecas en su rostro y con los ojos vidriosos.

Mo - Ahg, He Tian por favor detente, no lo hagas muy fuerte.

He - Disculpa bebé, pero sabes que si lo hacía lento te dolería el doble, por eso lo hice rápido.

Mo - Imbécil, sabes que mi tobillo está muy adolorido.

He - Lo se, yo solo seguí con las indicaciones que el doctor me dijo que hiciera, y recuerda que comento que un masaje en tu tobillo aliviaría un poco el dolor.

Mo - Tks.

Y si, los gritos se debía a qué el más alto le estaba ayudando a poner su pomada y hacerle un masaje en la zona afectada como lo comento el doctor.

He - Está pomada es muy espesa para untar en tu tobillo.

Mientras He Tian hablaba jugaba un poco con la pomada que les dieron para el tratamiento del más bajo.

Y sin "darse cuenta", el pelinegro realizaba movimientos un tanto obscenos con sus dedos largos junto a la pomada que además de ser espesa era de un tono blanquecino.

Ocasionando que el pelirrojo desviará su vista a cualquier cosa menos a lo que hace el otro.



































Después de ese incómodo momento que tuvo que pasar el pelirrojo, ahora estaban los dos juntos en la cama del dueño quien solo portaba con el pantalón de la pijama, mientras su "casi" novio tenia su camisa de la misma pijama que el pantalón del primero y unos shorts que el azabache tenía guardados.

Era más que obvio que a He Tian le encantaba ver a su pelirrojo con su ropa, no solo por qué se veía tierno ante sus ojos, sino por qué el sabía que al otro también le gustaba usar sus prendas aunque nunca lo diga en voz alta.

He - Cómo te sientes.

Mo - Un poco adolorido del cuerpo.

He - Quieres algo para alivianar el dolor.

Mo -  No, está bien, es un dolor soportable.

He - Tu tobillo como lo sientes.

Mo - La pomada me sirvió ya no duele tanto, pero si me causa escalofrío cuando está al aire.

He - Ya veo.

Silencio.

Mo - He Tian - dijo en un susurro.

He - Mmm.

Mo no digo nada y simplemente sostuvo la mejilla del contrario para después acercar su rostro al contrario.

Y le dió un beso.

Al separarse como siempre Mo mantenía un sonrojo y se ocultaba en el pecho del contrario, escuchando el latir de su corazón del mismo.

He Tian solo mantuvo sus manos en la cintura del contrario mientras daba pequeños besos en su cabecera al igual que suspiros como un tonto enamorado.

Y descansaron tranquilamente juntos y en paz.

































Un bostezo parecido a un gruñido de un gato fue escuchado en el lugar.

Mo quien acababa de despertar estaba dando pequeños bostezos dando el gruñido del día.

Pero en ningún momento se levanto y no porque no quería ( aunque una parte de el no queria, sabia que debía levantarse).

Entonces por qué no se levanta?

Simple, un brazo fuerte estaba sujeta a su cintura, cómo si lo tuviera atado con unas cadenas para evitar su huida.

Pero a él, realmente le importaba poco eso y empezó a intentar zafarse del agarre, en el cual no hallaba sentido el como estando dormido este seguía teniendo una gran fuerza.

Mo - Este idiota que come para que sea así de fuerte.

Intentaba e intentaba levantarse, pero parecía una misión casi imposible.

He - Si sigues intentando huir, más fuerza voy a poner.

He Tian hablaba con la voz un poco ronca por lo mismo de haberse despertado hace poco, gracias a los movimientos del pelirrojo que intentaba huir.

El pelirrojo estaba a punto de rendirse pero su orgullo no se lo permitía, pero por lo que iba a hacer tampoco era algo que estaría contento de realizar.

Y ya no teniendo ideas, no le quedó otra que intentar derretir al mayor un poco.

Mo - He Tian.

Decía con voz levemente melosa, no llegaba a ser una voz añiñada ni tampoco tan ruda, era una voz que Mo descubrió que hacía efecto al pelinegro, pues al utilizarla el moreno se derretía y hacia lo que quería su pelirrojo.

He - mmm?

Mo - He Tian, por favor déjame levantarme, sii.

Con voz suave que lentamente hacia derretir y hacer efecto al pelinegro.

Mo - Tian, necesito hacer el desayuno, por favor Amor.

"Amor" fue lo que hizo caer a He Tian a los pies de su chico, quien para asegurar, hizo un pequeño y adorable puchero que provocó un infarto de amor y de ternura.

Lo que Mo no esperaba era un tierno beso por parte del azabache.

He - Mierda, por favor di más seguido esa palabra bebé.























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He Tian & Mo Guan Shan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora