Sentándose con las piernas flexionadas, Sungie empujó sus lentes por su nariz, observando la mirada concentrada que su hermano lucia mientras dibujaba en su cuaderno de bocetos. Tan sigilosamente como pudo, tomó el pequeño recipiente transparente donde su padre había puesto algunos snacks y lo quitó del alcance del de cabello oscuro, escondiéndolo detrás de su espalda.
Una sonrisa se curvó sus labios cuando el más joven extendió la mano, esperando tomar algunas galletas, solo para encontrar el vacío donde el recipiente había estado. El ceño se frunció y confundidos ojos marrones se apartaron del papel, buscando alrededor hasta que se toparon con él.
—Devuélvemelos. —exigió.
Sungie elevó una ceja—. ¿Por qué debería hacerlo?
—Son míos, tu ya te comiste los tuyos, devuélvemelos.
—No quiero hacerlo.
—¡Sungie!
—No seas un bebé —golpeó el puchero del otro con su dedo—. ¿Por qué siempre tienes que hacer eso cada vez que peleamos?
—Porque tu eres malo conmigo.
—Bueno, soy tu hermano mayor, se supone que nací para hacer tu vida difícil.
Eso logró que la expresión de Felix estuviese aun más cerca del llanto—. Eso no es verdad, tu naciste para ser mi otra mitad, tu lo dijiste.
—Ya, ya, no llores —le devolvió el recipiente—. Solo te lo devuelvo porque lo que dijiste fue lindo.
Felix sonrió—. Recordaré eso para la próxima vez.
Rodando los ojos, Sungie se arrastró más cerca y observó el dibujo que su hermano hacía—. ¿Estas dibujando a papá? El menor asintió—. No quiero volver a olvidar su rostro otra vez.
Sin saber que decir al escuchar a su hermano ponerle voz a su propio miedo, Sungie cambió de tema—. ¿Que crees que debamos hacer ahora?
—¿De que hablas?
—¿Como se supone que actúan los hijos? —lo miró—. No sé como debemos actuar o que debemos hacer. La señora Charles solo nos pedía que limpiáramos lo que ensuciábamos y estudiáramos, ¿debemos hacer lo mismo aquí?
Felix frunció el ceño, pensativo—. No había pensado en eso.
—¿Que crees que debamos hacer?
—No lo sé, yo tampoco he sido hijo antes, ¿deberíamos preguntarle a papá?
Mordisqueándose el labio, Sungie negó con suavidad—. No, creo que deberíamos intentar descubrirlo por nosotros mismos primero.
—¿Como hacemos eso?
—Igual que encontramos el camino hasta aquí —sonrió—. Investigando.
—Pero...
Dos golpes en la puerta logró que se quedaran en silencio al instante antes de que Sungie se pusiera de pie para abrir, encontrándose con Minho del otro lado—. Hey, niños, vengan a la sala, hay alguien que quiere verlos.
—¿A nosotros?
El moreno asintió, haciéndoles un gesto para que lo siguieran. Compartiendo una mirada confundida, ambos se encogieron de hombros al mismo tiempo antes de salir de la habitación de invitados que estaban utilizando e ir detrás del mayor. Ninguno de los dos se había percatado de que habían llegado visitas, pero el hombre sentado en el sofá de la sala no había estado allí antes.
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Tu Mirada en Mi - Minchan
FanfictionAdaptación a Minchan. Con permiso autora original de ✨ @Always_Nina. ✨ Le agradezco infinitamente que me haya dado otra vez la oportunidad de hacer esta adaptación pues anteriormente la había hecho pero me borraron la cuenta, mil g...