Pasando sus dedos a través del espeso cabello castaño, Christopher observó con adoración las tranquilas facciones del dormido joven recostado en su pecho. Tenía los ojos hinchados y rojizos gracias al llanto, el cual no se había detenido en todo el camino desde la calle a la oficina de Christopher solo desapareciendo gradualmente cuando comenzó a dormirse.
A Christopher se le había oprimido el corazón al verlo tan malditamente aterrorizado. El joven desafiante que había conocido en la tienda había desaparecido completamente, convirtiendose en un tembloroso y pálido pequeño aterrado. No le gustaba eso, para nada. Su hijo tenía una gran veta desafiante, lo había sabido con solo con un vistazo a esos increibles ojos azules , y Christopher quería que él se mantuviese de esa manera.
Sungie crecería para convertirse en un hombre fuerte y determinado, lo sabia.
Pero ahora, sosteniendolo cerca, se permitió tratarlo como el niño que aun era, el pequeño que aun necesitaba la comodidad de la protección de su padre para estar bien. La mano aferrada a su chaqueta, aun cuando el joven estaba
profundamente dormido, solo confirmaba su decisión.
Christopher agradecia que Sungie no lo estuviese apartando, porque luego de lo que había sucedido, él necesitaba esta cercania. Había tenido suerte, jodidamente mucha suerte de haber estado en la calle en ese momento y haber visto a Sungie. De no haber salido un poco antes para almorzar con su primo, no habria podido estar allí cuando su hijo lo necesitaba.
Había estado tan malditamente asustado cuando lo vió caer al pavimento, justo en la trayectoria de ese auto. Las oficinas Bang estaba localizadas en el centro de la ciudad, era una zona que se movía tan rápido que muy pocas personas se fijaban por donde iban en su apuro por llegar a algún lugar. Christopher era un hombre bastante grande, era dificil que alguien pudiese tirarlo de darle un empujón, pero Sungie... siendo pequeño para su edad, fue fácil de tumbar.
¡No se suponía que los niños se pasarean por allí solos!
¿Donde diablos estaba Minho? ¿Por qué su hijo había estado caminando solo por allí? ¿Por qué Sungie estaba en esa zona en primer lugar?
Alcanzando su telefono, preparado para soltarle una diatriba a Minho por haber permitido que su hijo vagara solo, se detuvo al percatarse de que no tenía el número del moreno. Maldición, tendría que guardarse sus palabras hasta que llevara a Sungie devuelta a su casa.
Arrojando el aparato al sofá a su lado, dejó escapar un pequeño suspiro antes de volver a mirar a Sungie. Podían tratarlo de baboso, pero simplemente no podía dejar de mirarlo. Le parecía algo fascinante el saber que Minho y él habían creado una vida, un ser que se acomodaba en sus brazos con confianza, que respiraba y pensaba, que vivía y existía gracias a ellos.
Una parte de él mismo. Era increib-
—¡Christopher Bastardo Bang ! —una irritante voz traspasó la madera de la puerta desde el exterior antes de que esta
explotara abierta y su primo entrara—. ¿Por qué jodidos me dejaste plant-
—Shhhh —el siseo junto con la mirada asesina silenció al escandaloso castaño al instante. Las pestañas de Sungie comenzaron a aletear, las ambarinas orbes amenazando con aparecer. Christopher bajó la voz a una suave y dulce cuando habló—. Vuelve a dormir, fierecilla, todo esta bien. Descansa.
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Tu Mirada en Mi - Minchan
FanficAdaptación a Minchan. Con permiso autora original de ✨ @Always_Nina. ✨ Le agradezco infinitamente que me haya dado otra vez la oportunidad de hacer esta adaptación pues anteriormente la había hecho pero me borraron la cuenta, mil g...