Ye Mi es un asesino despiadado cargando todo el tiempo el peso de sus acciones, después de irse a Hong Kong para iniciar una nueva vida, nuevamente los incidentes regresan, arrastrándolo de vuelta, pero esta vez no tiene en cuenta que el destino le...
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Cap +18
El rostro del capitán se volvió sombrío, colgando el teléfono al momento que apretaba sus manos con fuerza. Suspiró un par de veces ante la mirada lejana del oficial de policía, para después mostrar una falsa sonrisa y regresar de nuevo a su habitación.
Una vez ahí sin tocar, entro y se sentó en la silla continua al pelinegro, su rostro aún se veía pálido y sus manos temblaban ligeramente; Ye Mi no perdió de vista el cambio de semblante del mayor, ni qué, en ese momento tomaba la botella que antes se había negado a tocar y se servía el liquido ámbar en el vaso limpio para darle un gran sorbo.
Uno tras otro tomaba hasta vaciar el vaso y servirse nuevamente. El liquido raspaba su garganta, pero no le importó, siguió bebiendo como sí de agua se tratase, hasta que la mano del pelinegro detuvo su acción, fue cuando volteo a verlo.
-Es suficiente- atinó a decir de forma seria; el rostro del contrario estaba sonrojado y lo miraba de mala gana por detenerlo.
-¿Quién lo dice?- quito su mano de un manotazo para tomar la botella nuevamente, su lengua parecía no vocalizar correctamente y un pequeño hipo salía de sus labios, se sentía en la nubes, pero no le impidió sonar molesto.
Sin hacer caso a su advertencia, Ye le arrebato la botella y se sirvió el ultimo sorbo en su vaso, ante la mirada atenta de Xiao.
-Tú...- su tono de voz sonaba extraño y su sonrojo era más notorio- ¿Por qué siempre haces ese tipo de... cosas? Solo haces lo que te place... solo vienes y besas a la gente...
La mirada del espía no perdía de vista las acciones de Xiao, y ante lo último no pudo evitar dibujar una pequeña sonrisa de lado.
-¿Es gracioso?- sus mejillas se inflaron de repente como si fuera una rabieta de niño pequeño, poniéndose de pie a tropezones para quedar frente al pelinegro; sin previo aviso se sentó en su regazo colocando una pierna a cada lado y se pego a su pecho para juntar sus labios sin previo aviso, el beso fue desordenado y algo torpe por parte de Xiao quien se separo de golpe pasando su lengua por sus labios; la acción lo hizo parecer demasiado sexy ante Mr. Ye, quien parecía devorarlo con la mirada, sus ojos brillosos, sus mejillas sonrojadas, sus labios jugosos y ese lunar debajo, era demasiado erótico, sumado a esto su abrigo rojo estaba a medio hombro y su blanco cuello estaba al descubierto. -¿Esto también te pareció gracioso?- su respiración estaba un poco agitada pero quería sonar triunfante.
El pelinegro no dijo nada, pero lo tomó por la nuca para devorarlo nuevamente, sus labios se movían salvajemente, haciendo que sus lenguas comenzaran a luchar, entrando en la boca del mayor, probando el sabor que aún quedaba del licor, la respiración de ambos se hizo pesada pero no se detuvieron hasta que el aire les falto.
El pecho de Xiao subía y bajaba visiblemente, mientras Ye lo tomaba de la cintura que se agitaba ante su toque, para acercarlo más.
-Esta vez tu empezaste...- fue lo que atino a decir con una voz profunda y hambrienta; el mayor sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, era claro que este hombre no le era indiferente, desde el momento en que sus miradas se cruzaron, pero esto no estaba nada bien; era un completo desconocido, ni siquiera se habían presentado formalmente y ya estaban en esa situación, por un momento la cordura volvió en Xiao, lo cual era muy difícil ya que estaba mareado, pero no sabia si era por el alcohol o por la agitación del contacto.
