Ye Mi es un asesino despiadado cargando todo el tiempo el peso de sus acciones, después de irse a Hong Kong para iniciar una nueva vida, nuevamente los incidentes regresan, arrastrándolo de vuelta, pero esta vez no tiene en cuenta que el destino le...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Este capitulo contiene SPOILERS)
Al levantar sus rostros, delante de ellos, se encontraban los hombres que habían conocido en ese viaje en tren catastrófico. Los cuatro tenían un rostro asombrado, aunque Ye Mi trataba de disimularlo aún más.
-Que sorpresa encontrarnos de nuevo capitán, Sr. Sa- Haikuan hizo una reverencia, mientras sonreía, sin quitarle la vista de encima a Zhoucheng.
Por su lado Ye Mi observaba atento a Xiao, su mirada penetrante como siempre, se dirigió hacia la mejilla del mayor, y sin pensarlo mucho en un segundo su mano ya estaba sobre aquel pequeño parche blanco.
Sus amigos miraban atenta la escena, impactados y Xiao no sabia como reaccionar, estaba estático, tanto que no pudo retroceder por unos segundos, hasta que volteo la vista haciendo que el pelinegro quitara su mano.
-Ejem, bueno y que coincidencia encontrarlos aquí- el castaño llamo la atención para evitar la incomodidad que se había formado.
-Estamos buscando el departamento donde nos quedaremos- termino por decir Zhoucheng sin mucho interés, mirando de nuevo la hoja de papel en sus manos.
-Qué casualidad- mirando también el papel- Nosotros nos estamos quedando a dos calles de ahí, ¿Quieren que los llevemos? Está muy cerca...
Xiao miró a su amigo de forma acusadora para que se negara a la propuesta, pero este deliberadamente lo ignoro.
-Estaría bien, llevamos caminando mucho tiempo- brindándole una sonrisa fingida al mayor.
-Entonces vamos- comenzó a caminar Haikuan seguido de los otros tres con una sonrisa de lado a lado, mirando de reojo a los pelinegros -Ya que prácticamente seremos vecinos porque no ¿Cenamos esta noche, juntos?
-No queremos ser descorteses Sr. Haikuan, pero tenemos planes...- trato de negarse amablemente Xiao, pero su amigo se lo impidió.
-¿De qué estás hablando?, hoy no tenemos nada que hacer. Nos gustaría acompañarlos- sonriéndole de manera triunfante a su compañero.
Después de caminar por unos minutos, llegaron a una calle con varios edificios altos, el suyo era pequeño y solo contaba con dos plantas.
-Es aquí. El lugar donde nos estamos quedando está a dos calles para allá- señalando a su mano derecha- Pasaremos por ustedes a las 8:00 ¿Está bien? Hay un restaurante cerca donde podemos cenar y tomar algo.
-Estaremos listos a esa hora. Bueno, nos vemos- empujando al más alto para entrar al departamento.
Al pasar por la puerta Xiao miró de forma acusadora y molesta a su amigo quien fingió inocencia.
-¡¿Por qué hiciste todo eso?! Ya hemos tenido suficientes problemas desde que los conocimos. ¿No te parece sospechoso encontrarlos aquí?