Cap. 6

203 28 21
                                    

-Ellos ya saben de nosotros- fue lo que atinó a decir antes de quitarse el saco y caminar en dirección a su habitación, colocándose frente al lavabo para limpiar sus manos que estaban teñidas de rojo.

Una semana exacta había pasado desde el incidente y Xiao estaba a punto de irse de nuevo a Shanghái; Zhoucheng se había contactado con él y era hora de volver al trabajo, así que, decidió ir a aquella casa que para él era una prisión, a despedirse...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una semana exacta había pasado desde el incidente y Xiao estaba a punto de irse de nuevo a Shanghái; Zhoucheng se había contactado con él y era hora de volver al trabajo, así que, decidió ir a aquella casa que para él era una prisión, a despedirse de su hermana.

-A-Xiao ¿Vendrás pronto a verme?

-Sí, no te preocupes. Regresaré pronto...- sonriéndole de la manera más dulce posible, mientras acariciaba su mejilla con delicadeza.

-Te estaremos esperando, y recuerda contactarme al finalizar tu trabajo- ahora la voz que sonaba era del hombre canoso quien lo veía con una sonrisa fingida de empatía, sabia a lo que se refería con "trabajo".

-Sí. Hiroshi-san

-Te está esperando Yue en el auto para llevarte a la estación de tren.

-No es necesario, puedo tomar un taxi.

-De ninguna manera- su mirada se había vuelto severa, así que Xiao solo desvió la mirada-Deja que te lleve - aun así, su voz sonaba amable.

-Bien, entonces, me voy.

-Buena suerte hermano- dijo la castaña al momento de darle un abrazo y susurrarle -Espero que pronto me presentes a la persona que te gusta- rematando con una sonrisa cómplice, que lo hizo voltear y caminar por el patio hasta la salida sin decir nada más.

Ya en la parte de fuera, un auto negro lo esperaba.

-Gracias por llevarme Señor Yue- fue lo que pronuncio el conductor de tren al entrar al vehículo.

-Son ordenes del Jefe- dijo el hombre de manera monótona, comenzando a conducir.

-Lo sé...- admirando el paisaje a través de la ventana.

-Debes tener cuidado. Mando matar a todos los involucrados en el incidente del tren. Sí das un paso en falso también podrías acabar como ellos. El pelinegro no dijo nada, pero sus puños estaban fuertemente apretados -Lleva a cabo el trabajo como se te indico.

-Entiendo. Maestro, por favor, cuide de mi hermana.

-No te preocupes.

Finalmente, ambos llegaron a la estación de Kowloon, así que, el capitán se bajó del auto haciendo una reverencia con la cabeza al mayor y comenzó a caminar lejos de ahí, ante la mirada atenta del castaño.

-¡¡Xiao!!- su amigo agitaba la mano en el aire al momento de verlo, así que se acercó rápidamente - ¿No te has puesto el uniforme? ¿Seguro que ya estás listo para regresar al trabajo? - su mirada reflejaba un poco de preocupación ya que su semblante no se veía bien.

Nameless LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora