Cap. 12

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Ambos cayeron sobre la cama exhaustos, el pelinegro se colocó sobre los cojines, jalando el cansado cuerpo de su amante junto a él, abrazándolo, las marcas rojas en su cuello muslos y pecho era demasiado notorias; se quedó admirándolas por un larg...

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Ambos cayeron sobre la cama exhaustos, el pelinegro se colocó sobre los cojines, jalando el cansado cuerpo de su amante junto a él, abrazándolo, las marcas rojas en su cuello muslos y pecho era demasiado notorias; se quedó admirándolas por un largo rato hasta que el cansancio lo venció al igual que momentos antes lo había hecho con Xiao.

Después de años, Xiao, pudo dormir tranquilamente por segunda ocasión y esto gracias a que estaba ese chico a su lado, qué, en estos momentos observaba mientras dormía; sus pestañas eran largas y su cara no parecía ruda como cuando estaba despiert...

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Después de años, Xiao, pudo dormir tranquilamente por segunda ocasión y esto gracias a que estaba ese chico a su lado, qué, en estos momentos observaba mientras dormía; sus pestañas eran largas y su cara no parecía ruda como cuando estaba despierto, su cabello estaba un poco desordenado y marcas rojas de uñas en su espalda se denotaban, lo que ocasionó que se sonrojara al recordar todo lo que habían hecho hace unas horas; un dolor intenso en su espalda baja, hizo que respingara un poco al intentar moverse, lo que ocasiono que el menor comenzara a abrir los ojos lentamente.

-L-Lo siento, ¿Te desperté? – pronunció un tanto preocupado.

-Está bien...-dijo el menor, jalando su cuerpo de nuevo para pegarlo a su pecho.

-Necesitamos bañarnos- su tonó de voz era bajo, algo avergonzado, causando que Ye Mi abriera los ojos para admirar la escena.

-Está bien...- pronunció, levantándose para, posteriormente llevarlo en brazos hasta el baño, el cual tenía una pequeña bañera. Xiao se avergonzó un poco ya que no quería limpiarse frente a la atenta mirada del pelinegro.

-Puedo bañarme yo solo...- el dolor punzante no lo dejaba ni moverse, pero trato se sonreír para convencer al pelinegro de dejarlo solo, este, lo miro atento por unos segundos para después dejarlo dentro de la bañera a solas.

Xiao suspiro de alivio y se relajó dentro de la tina, trato de limpiarse lo más que pudo, sonrojándose cada vez más, al sentir el líquido escurrir por sus piernas, una vez limpio, trato de ponerse de pie con mucho esfuerzo, pero fue sujeto por el pelinegro quien entró rápidamente, tomándolo como antes, en brazos, hasta la cama.

-Podemos seguir durmiendo hasta mañana- le dijo mientras le depositaba un suave beso en la frente, haciendo que Xiao esbozara una dulce sonrisa.

-Sí...- pronunció con el rostro pegado al amplio pecho, tratando de ocultar su vergüenza.

Nameless LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora