Ye Mi es un asesino despiadado cargando todo el tiempo el peso de sus acciones, después de irse a Hong Kong para iniciar una nueva vida, nuevamente los incidentes regresan, arrastrándolo de vuelta, pero esta vez no tiene en cuenta que el destino le...
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-Sí. Sí. Lo sé tortolos. Pero, no los dejaré ir solos. -dijo con fingida voz fastidiada el policía, mientras caminaba de nuevo a donde estaban- Tenemos la ventaja que Xiao sabe en dónde está el lugar donde se esconde ese viejo zorro y podemos hacer una emboscada. Ustedes son fuertes y no quiero imaginar si unen sus habilidades, pero... ese tipo siempre está un paso adelante. Puede que ni siquiera tu sepas que está planeando, puede ser incluso una trampa, por lo qué ideemos un plan y en base a eso lo detendremos. Yo también tengo un asunto pendiente con ese viejo...- su semblante se había vuelto vengativo.
Tanto Ye Mi como Xiao Sa se miraron entre sí asintieron en acuerdo, ante la mirada satisfactoria de Zhoucheng.
Finalmente, el líquido que le estaban colocando al espía fue retirado, ante la atenta mirada de Xiao quien no se apartó de su lado en ningún momento.
Zhoucheng fue llamado por uno de sus subordinados un poco alejado de ellos, después caminó hasta donde estaban los otros dos.
-Algunos de los hombres que estaban cerca a la dirección que nos diste fueron a ese hotel- la mirada de su amigo era expectante, después de una pausa continuó-...La encontraron. Vamos a la parte de abajo. Podemos comunicarnos desde el teléfono de aquí para que hables con ella.
-Está bien- el mayor caminó a paso firme, seguido de cerca del pelinegro.
-Pediré a alguien que traiga ropa nueva para que puedas cambiarte- habló el policía mirando de reojo al pelinegro.
Una vez que llegaron a la recepción de la gran casa, ya uno de los agentes estaba al teléfono y al ver que se acercaban, lo extendió hacia Xiao quién, lo tomó algo nervioso, colocándose la bocina en su oído y escuchando una voz muy conocida.
- ¿A-Xiao?- la voz de la chica sonaba algo preocupada y nerviosa.
-Sí. A-Lu. Soy yo...
-¿Qué sucedió? ¿Estás bien?
-Sí, todo está bien. Necesito que vayas con los oficiales, ellos te llevaran a un lugar seguro. Prometo que te diré todo después-
-El Sr. Yue dijo que vendrías a buscarme. Pero necesito que le digas a Yu Chen donde encontrarnos.
Del otro lado al escuchar decir eso a su hermana, no pudo evitar morderse los labios y apretar más el teléfono -Lo haré. No te preocupes... ahora ve con ellos ¿bien?
-Sí. Está bien. Cuídate mucho A-Xiao. Te estaré esperando...
-Lo sé. Yo también. Te quiero A-Lu...- finalmente colgando el teléfono; su semblante se volvió sombrío de repente, pero la mano del pelinegro tomando la suya lo saco de su transe, volteando a verlo. Aunque el semblante de Ye Mi era serio, pudo notar la calidez en su pequeña sonrisa.
-Ahora que sabemos que tu hermana esta a salvo debemos actuar de inmediato.
-Sí...- ambos chicos asintieron con una mirada de determinación. Xiao puso al tanto a su amigo y a su novio acerca de la casa donde se escondía Hiroshi y cuantas entradas había hacia ese lugar, además de los hombres que lo custodiaban.
