Ye Mi es un asesino despiadado cargando todo el tiempo el peso de sus acciones, después de irse a Hong Kong para iniciar una nueva vida, nuevamente los incidentes regresan, arrastrándolo de vuelta, pero esta vez no tiene en cuenta que el destino le...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Sr. Ye ¡Oi, Sr. Ye! ¡Espera! ¡¿A dónde vas?!
-¡Voy a acabar con esto de una vez por todas! ¡No voy a perder...! ¡No pienso perderlo! -su mirada estaba llena de determinación y molestia contenida.
Ye Mi y Haikuan llegaron a la estación de Shanghái para dirigirse hacia Kowloon. No era qué el pelinegro fuera muy expresivo, pero, el silencio e inquietud que mostraba ponía nervioso al castaño, quien lo veía cerca de la ventana de su camarote, fumando un cigarrillo tras otro, mientras observaba el paisaje, el sol estaba a punto de ocultarse.
-Deberías dormir un poco. Aún estas herido y nos espera un gran reto ¿Qué fue lo que te dijo el Director He?
-Su informante le dió la ubicación de la base central, del líder del grupo japonés.
-No creía que lo encontraríamos tan rápido- mirándolo de reojo- Dime Sr. Ye. Cuando acabemos con todo esto ¿Qué piensas hacer?
-¿Hacer?
-Sí. Se supone que, terminando con esta amenaza, la fuerza japonesa por fin será eliminada de una vez por todas, no tendremos que hacer más esto. Ya no habrá ningún peligro al cual enfrentarnos ¿Qué quieres hacer después de eso?
Ye parecía pensarlo un poco, aun mirando por la ventana, pero no le respondió, por lo que el mayor se sentó en la orilla de la cama y siguió hablando.
-Yo quería encontrar una casa cómoda, comenzar a trabajar de forma tranquila, vivir una vida pacífica y envejecer poco a poco, pero... creo que ahora tengo un motivo para no hacerlo solo y ser feliz- cerrando los ojos al momento que sonreía, recordando a cierto capitán con aura amenazante -Siempre renegué de mi suerte y de cómo terminé aquí, me encerré en mi odio, ahora veo cuan equivocado estaba- después de una pausa continuó – El Sr. Sa se ve que es de las personas que cargan todo por sí solas, por más pesadas que sean las cosas.
-Lo sé- por fin le contestó, llevando el cigarrillo a su boca.
Haikuan dibujo una sonrisa de suficiencia -Es bueno cuando encuentras a alguien que quiera llevar esa pesada carga contigo. – al terminar de hablar se recostó en la pequeña cama -Procura descansar un poco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.