Cap. 3

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Xiao Sa miró por sobre el hombro del pelinegro y la escena lo dejó impactado, la mayoría de los atacantes estaban bañados en sangre inconscientes, por fin, pudo notar las manchas rojas de la persona que lo tenía acorralando y esos ojos que lo mira...

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Xiao Sa miró por sobre el hombro del pelinegro y la escena lo dejó impactado, la mayoría de los atacantes estaban bañados en sangre inconscientes, por fin, pudo notar las manchas rojas de la persona que lo tenía acorralando y esos ojos que lo miraban intensamente, pero no pudo moverse.

-Capitán Sa ¿Se encuentra bien? - una voz joven, totalmente alarmada, hizo que ambos hombres voltearan a la dirección donde provenía; este era un chico de aproximadamente 20 años, vestido de azul con botones dorados en su saco y una boina del mismo color.

-Sí. No te preocupes Xu Kai, todo esta bajo control- al terminar de pronunciar aquello, vio como la manga del traje del pelinegro estaba húmeda, así que se alarmo y coloco su mano, para darse cuenta que estaba llena de sangre. -Xu Kai, verifica que todos los pasajeros se encuentren bien y mantén esta área aislada, que nadie pase. Haremos una escala en Beijing y reacomodaremos a los pasajeros que sobran en un nuevo tren, mientras tanto, mantén las cosas bajo control.

-Sí, ahora mismo- sin decir más el joven salió corriendo, pasando de manera precavida por el montón de hombres inconscientes, cerrando la puerta tras de sí.

-Ahora vamos- una mirada seria fue dirigida hacia Ye, tomándolo de la muñeca, este no dijo nada y se dejó guiar –Necesitamos ver como esta tu herida y aplicar los primeros auxilios. Tengo un botiquín en mi habitación.

Xiao a paso rápido se dirigió a su dormitorio, era pequeño, pero bien ordenado, solo contaba con una pequeña cama y una mesita cuadrada; está, estaba cerca de la cabina de conducción. Entró en ella y guío al pelinegro a sentarse sobre su cama, rebusco en la parte inferior de su closet y saco una caja.

-Quítate el saco y la camisa- le ordenó, Ye Mi no pudo objetar y lentamente comenzó a quitarse la ropa, con algo de incomodidad debido a la punzada en su hombro. –Sí te es difícil. Déjame ayudarte – le atinó a decir al ver que le costaba trabajo desabrochar su camisa, la mirada fría no se apartó de sus acciones en ningún momento e hizo que Xiao se sintiera algo incomodo; bajó la camisa y el saco azul y la puso a un lado de la cama, posteriormente, tomó una gasa y alcohol, y comenzó a limpiar el lugar que estaba lleno de sangre, sin evitar mirar el resto del cuerpo, que tenía varias cicatrices por todo el pecho y la espalda.

-Al parecer solo fue un roce, la bala no logró entrar, pero debe verte un médico- la voz del capitán parecía cortante pero su toque era ligero y delicado, finalmente limpio la herida y colocó un parche cubriendo su hombro derecho; después miró al joven, suspirando, tomó otra gasa, comenzando a limpiar su rostro de la sangre que lo había salpicado.

La mirada fría de Ye Mi pareció suavizarse al ver el rostro del capitán, observo sus facciones, sus largas pestañas, el lunar justo debajo de su labio y sin previo aviso, al tenerlo frente, sujetó la solapa de su gabardina roja y lo jaló para juntar sus labios; esto tomó por sorpresa a Xiao quien abrió los ojos de par en par al sentir los labios que lo devoraban de forma salvaje, sus manos se colocaban sobre el pecho del contrario tratando de alejarlo sin mucho éxito, pudo sentir como la respiración le fallaba y al intentar aspirar aire, el pelinegro aprovechó para hacer más intimo el contacto intentando invadir su boca, en ese momento Xiao reaccionó y mordió su labio; al instante se escuchó un golpe en la puerta para después abrirse, dejando ver al otro capitán.

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