★ Capítulo 10 ★

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Francia~Año 1480
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Eran las 00:00 de la noche, como siempre todos eran invocados enfrente de la iglesia para ver tal acto. El cuerpo ardía en llamas, mientras las demás personas veían la escena aplaudiendo o gritando, pero felices y con antorchas prendidas en la mano.

- ¡Vuelve por dónde has venido, bruja! - Eran algunos de esos gritos por las personas que vivían en el pueblo. -

Sakura veía como habían quemado a una mujer de 30 años por el simple hecho de meterle los cuernos a su esposo con otro hombre casado, su esposo se enteró de su traición y el mismo llamó a todos para sacar a su mujer de la casa para llevarla a la hoguera. Solamente podía ver como todos se alegraban por tal acto horrible de asesinar a una mujer que, aunque le haya puesto el cuerno a su esposo, solo disfrutó de su sexualidad. Se preguntaba por qué solamente juzgaban a la mujer, pero no al hombre que se acostó que también era casado y le metió el cuerno a su esposa. Era lo más denigrante que estaba viendo con sus ojos, era la primera vez que veía ese tipo de actos en la hoguera desde que había llegado al pueblo.

- Sakura. - Le susurro Sarada al acercarse a ella y Sakura la miró con cara apenada porque la había asustado. -

Desde que su padre prácticamente se la llevó de la casa de Sakura, no habían vuelto a hablar porque Fugaku la había castigado sin dejarla salir de la casa durante unos días.

- Hola Sarada, esto es lo más horrible que he visto. - Sakura la saludó y habló en voz baja para que nadie escuche. -

- La mayoría de las veces las queman en grupo a las mujeres, siempre es así. - Sarada también le parecía horrible cuando presenciaba estos actos, su madre había muerto de esa forma y no quería imaginarse esa escena en la cabeza. -

- Queridos hermanos y amigos, acabamos de terminar la vida de una hija del diablo. - El sacerdote comenzó a alzar la voz para que todos los escuchen. -

- ¡Si! - Todos alzaron sus antorchas prendidas como en forma de victoria. -

Sakura rodó los ojos y se cruzó de brazos, no le gustaba para nada lo que estaba escuchando. Pero esto la tenía con un mal sabor de boca, pensar que debía de tener cuidado con cualquier descuido porque podía acabar en la hoguera.

- Les prometo que seguiré eliminando a cada bruja que se ponga en nuestro camino y del señor. - Orochimaru, el sacerdote, unió sus manos rezando y recitó las palabras de siempre cuando terminaban de quemar a una bruja. - Vamos a dar caza a toda aquella que practique la brujería y será quemada en la hoguera. -

Todos gritaron emocionados, menos Sarada y Sakura que se mantenían escondidas entre las personas, pensando en lo horrible y nefasto que era todo. Poco a poco, cuando ya había terminado el espectáculo, habían comenzado a irse a sus casas, alejándose de la iglesia.

- Me siento avergonzada por lo que pasó la otra vez con mi padre. - Sarada quería pedirle perdón a Sakura por todo el número que había hecho Fugaku en su casa. -

- No te preocupes Sarada. No es tu culpa, pero tú padre no puede tratarte así. - Sakura esperaba que Sarada se revele en contra de Fugaku, pero también la iba a defender si veía que le hacía algo. -

- Lo sé, pero lo siento. Me siento con mucha pena porque tú siempre fuiste buena conmigo. No deje de estudiar de todas maneras, en estos días estuve practicando las letras del abecedario a escondidas y traté de escribir en una hoja algunas palabras. - Sarada le confiesa que estuvo estudiando en voz baja para que nadie la escuche y Sakura se sintió orgullosa por ella. -

La Caza De BrujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora