Becca y Lucy quisieron llevarme a mi nuevo hogar y aunque al principio tenía miedo de como sería este nuevo sitio, me sorprendió bastante reconocer el camino que estábamos tomando. Esta dirección sólo nos llevaba a un sitio y esa era la casa de Danielle.
—¿Por qué vamos a tu casa? —le pregunté a Dani que iba a mi lado en la parte de atrás.
—Becca dijo que estabas buscando un nuevo lugar para quedarte y como tienes que estar tranquila y con ayuda en todo momento. Vas a quedarte conmigo. —respondió sin más. Mire a Becca que según sé, no conocía mucho acerca de mi historia con Danielle, pero sin duda estaba jugando un papel muy importante al hacerle de cupido.
Veinte minutos después llegamos a la entrada de su casa, me ayudaron a bajar y me llevaron hasta la que sería mi nueva habitación a partir de ahora. Dani me ayudó a buscar una posición cómoda pero ninguna lo estaba siendo, porque el medicamento ya lo había tomado hace un buen rato entonces su efecto ya estaba pasando y el dolor regresaba igual o más fuerte que como lo recuerdo.
—Voy con las chicas a ofrecerles algo de tomar y en cuanto se vayan regreso contigo. —dijo desde el marco de la puerta. —¿Necesitas algo? —preguntó, negué aunque quise pedirle algún analgésico para aliviar un poco el dolor pero no lo hice, tenía que comenzar a ser fuerte. Y tras mi negativa desapareció de mi vista.
Intente boca arriba, del lado izquierdo, del lado derecho y nada, ninguna maldita posición me era cómoda y el dolor en cada minuto que pasaba lo sentía aún más fuerte, esto se está volviendo insoportable. Estaba intentado dormir cuando Dani entró nuevamente a la habitación.
—Te traje un poco de comida, seguramente tienes hambre y sé que la comida del hospital no es nada buena. —se acercó dejando la bandeja sobre la cama.
—Gracias. —fue todo lo que dije y la verdad es que la sopa que me preparo estaba mil veces mejor que la insípida comida del hospital, si es que a eso se le pude llamar comida. —¿Ya se fueron las chicas?
—Si, no querían "molestar". —dijo haciendo comillas con sus manos. —Dijeron que vendrían a visitarte.
—Debieron buscarme un lugar y no traerme contigo, solo seré una carga para ti. —dije algo molesta por la situación en la que estábamos. Situación en la que yo nos puse.
—Nos debemos una conversación. —sentenció Dani. —Si tu declaración en el hospital fue porque estabas confundida o por que tu fantástica mujer te dejó…
—No estoy confundida y esa "fantástica mujer" no me dejó. —dije pero al instante corregí. —Bueno si lo hizo pero fue solo porque yo no podía moverme, así que si, ella me dejó. —Dani soltó una audible carcajada, quería e intentaría con todas mis fuerzas no perder el ánimo y dejarme caer tan fácil.
—Maya no quiero salir herida, ya lo hice una vez y no creó soportarlo de nuevo. —Iba a interrumpirla pero no me dejó. —Tu dejaste que esa mujer nos separará, no sólo se metió en nuestra amistad, se metió en nuestra relación laboral y destruyó todo a su paso.
—Dani, por favor dejemos eso en el pasado. Y aunque no me cansaré de culparme debemos intentar dejarlo atrás. —ahora sin importar su mirada la interrumpí. —Ya se que durante los últimos tres años lo único que he cometido son errores tras errores y te aseguro que me arrepiento. Porque te perdí de todas las maneras, porque nunca le puse un alto y te deje escapar. —me senté, recargando mi espalda en el cabecero. —Dame una oportunidad de demostrarte lo mucho que te quiero y que podemos estar juntas, que no volveré a ser una cobarde y que esta vez no te dejaré escapar. —limpie las lágrimas que se le escaparon. —Te aseguro que ninguna de las dos saldrá lastimada.
—Si vamos a intentarlo, lo haremos despacio, ¿ok? —pregunto.
—No Danielle, no podemos ir despacio. Ya perdimos demasiado tiempo, hace mucho que me di cuanta que nunca ame a mi ex esposa y a quien realmente siempre he amado es a ti. —tome sus manos entre las mías. —Eres a ti a quien amo y eso no va a cambiar ni ahora ni nunca. —se lanzó a mis brazos escondiendo su rostro en mi cuello y dejando que sus lágrimas corrieran libremente.
—También te amo Maya, siempre lo he hecho. Y creo que si, estoy de acuerdo en que no debemos perder más tiempo. —salió de mi cuello y tomó mi rostro entre sus manos uniendo nuestros labios en un beso necesitado, un beso que decía más que lo que podíamos decir con palabras, un beso que daba paso a una nueva historia. Nuestra historia.
Nos separamos y aunque no quería hacerlo, fue necesario por falta de aire y porque Dani quería que comiera un poco.
—Anda come.
—Lo que de verdad necesito es una distracción como la de hace unos minutos para olvidar el dolor que esta pierna me ocasiona. —dije aguantando el dolor.
—Sé que debe doler mucho pero debes ser fuerte, no va a ser sencillo pero aquí voy a estar contigo, luchando a tu lado y te aseguro que vas a salir adelante.
—Vamos a salir adelante, porque si algún día regreso a jugar, quiero que sea contigo a mi lado.
Termine la sopa que de verdad estaba muy buena, y era momento de pedirle su ayuda para otro asunto sumamente importante y que no se como va a reaccionar. Salió de la habitación llevándose la bandeja y no tardó mucho en regresar con un vaso de agua y las pastillas de llevo queriendo desde hace un gran rato. Me las tomé feliz de que esto me aliviaria un poco.
—Dani necesito un favor. —comencé a decir, tenía que hacer esto cuanto antes. —Necesito a un muy buen abogado. —solté rápidamente.
—¿Es para… —se levantó inmediatamente de la cama y comenzó a dar vueltas enfrente de mi.
—Si, quiero comenzar con los tramites de divorcio cuanto antes. —le asegure. —Y también voy a…
—Mañana le pido a mi abogada que venga para que puedas hablar con ella. —fue todo lo que dijo antes de salir de la habitación.
—¡Dani! ¡Danielle! —grite para que regresará, sin embargo eso no pasó.
Pase varias horas dándole vueltas a la programación de la televisión y nada era bueno o de mi interés, después de más de media hora intentando que regresará no lo hizo, y es muy aburrido estar tirada en la cama sin hacer nada y peor aún estando sola. A las nueve de la noche volvió con la cena, pero solo la dejo y volvió a salir sin decir nada. Quería levantarme de la cama pero sabía muy en el fondo que si lo intentaba ella misma se encargaría de romperme la otra pierna, y prefería seguir con al menos una en buen estado.
—¿Podemos hablar? —dije cuando regreso por la bandeja, pero de nueva cuenta me ignoro. —Sé que tocar este tema es incómodo para ti, pero es necesario para romper todo lazo con ella.
—¡No es incómodo! —levantó la voz, haciendo que me sobresaltara. —Solo lo odio, odio que ella fuera tu esposa, odio que ella tuviera todo de ti, que tuviera todo contigo, que…
—Ella no tuvo nada conmigo, lo único que tuvo fue el título de esposa. No más. Un mes después de la boda apenas si cruzabamos palabra, no quiero incomodarte pero si teníamos sexo era una vez al mes. No tuvo nada de mi, en cambio quiero tener todo lo que el titulo de esposa implica y más contigo, porque tal vez es pronto pero quiero todo, absolutamente todo contigo. Todo lo que una relación implica, pero quiero hacerlo bien, bien por ti y bien por mi. Quiero hacerlo bien por nosotras.
Después de eso ella solo se acomodo a un lado en la cama, sin decir nada más. Cuanto extrañaba estas peleas que así era como terminaban, ella a mi lado y sin decir nada, sabía perfectamente que luego hablaría conmigo como si esa pequeña discusión no hubiera existido. Ella muchas veces prefería callar para evitar discusiones y cuanto odio eso de ella, porque en todas esas ocasiones se guarda lo que realmente quiere decir o expresar y para mi es frustrante esa manera suya de evitar problemas más grandes como ella los llama. Son cosas que en su momento hablamos y estoy segura que tendremos esa conversación de nuevo, y no me importaría tenerla otra vez, solo para que se abra nuevamente conmigo y sea esa persona que me deja entrar en su mente y en su corazón, para que vuelva a tenerme confianza. Porque la amo mucho y quiero que sea plena a mi lado sin retraerse, ni esconder esas facetas oscuras que todos en algún momento tenemos.
R.
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Mi Futbolista Favorita.
RomanceMaya futbolista estrella del equipo profesional femenil al que siempre deseo jugar. Su carrera deportiva se ve opacada por una terrible lesión que la dejara fuera de las cachas en su mejor momento deportivo. ¿Danielle; su pasado, su perdición, su sa...