Recuerdos

6.9K 218 4
                                    

Casi tres meses han pasado desde el maldito día en el que toda mi perfecta vida se convirtió en un verdadero infierno. Todo cambió y estoy segura que nada volverá a ser igual, mi cuerpo no reacciona igual, mi pierna se destrozó y no creó que haya manera de que se pueda arreglar, y quien debería de ser mi apoyo, mi soporte y mi consuelo solo acabo con las pocas esperanzas de volver a pisar una cancha. Solo era la fuente de dinero de mi esposa.

Ayer tuvimos el último entrenamiento para el gran partido, el final de temporada es hoy, el partido que definirá quien se queda con el campeonato de la mejor temporada que hemos tenido en equipo y mejor aún la que yo individualmente he tenido desde que debuté hace ya siete años. Nos tocaba estar de local y esa era una gran ventaja, tendríamos a nuestra afición apoyándonos pero lo más importante es que nuestras familias estarían cerca.

¿Maya estás lista para recibir el premio a mejor jugadora de la temporada? —me preguntó Becca quién durante este torneo fue mi mayor socia en el trabajo de marcar goles.

Si me lo dan ten por seguro que mínimo la mitad de ese premio también es tuyo. —le aseguro, por la perfecta dupla goleadora en la que nos convertimos.

Gracias, pero te lo has ganado. Es todo tuyo.

Salimos al calentamiento, todo estaba perfecto; las ganas, las energías, el ambiente y sobre todo la afición que ya nos estaba apoyando.

Desde la distancia logre ver a Jade en el palco junto a otras parejas y familiares de mis compañeras, me sorprendió mucho su presencia porque en los últimos meses ella simplemente comenzó a dejar de venir a los partidos. Mi vida deportiva estaba en lo más alto pero lo que concierne en mi vida personal con mi esposa era todo lo contrario, todo se estaba rompiendo y por más que lo estoy intentando ella solo me rechaza y se aleja más. Pero estoy en una final que cambiará mi vida, este partido es la prueba de que estoy a la altura de representar a mi país en el mundial que está a poco más de un mes de comenzar, decido sacar esos pensamientos porque mi concentración debe estar total y completamente en este momento y en esta final.

Regresamos a los vestidores, Rose nuestra entrenadora nos las últimas indicaciones, el discurso motivador y salimos a pelear por ese trofeo.

Estamos a noventa minutos para demostrar que todas las victorias que conseguimos fue a base de trabajo en equipo y sobre todo de la disciplina que logramos gracias al esfuerzo de cada una de ustedes. Cada una luchó, hizo esfuerzos y sacrifico algo para llegar aquí, es momento de demostrar de que estamos hechas y que nada de lo que hicimos en todos la temporada pese. El momento es ahora, no piensen en el ayer ni en el mañana, piensen en el ahora que es nuestro momento. ¡Vamos! —ese fue mi pequeño discurso con las once que vamos de titulares en la última reunión antes de la patada inicial.

¡Vamos mi capi! —gritaron antes de separarnos.

El partido comenzó y todo se estaba acomodando para nosotras, el equipo fluía y ya estábamos encima de nuestro rival. En el minuto treinta ya habíamos tenido al menos cuatro oportunidades claras de gol pero se nos estaba negando, para el minuto treinta y siete por fin el marcador de movía con una gran asistencia mía y el gol de volea de Becca.

¡GOOOL! —se escuchó por todo el estadio.

Con el uno a cero el partido se reanudó y cuando estábamos llegando al minuto cuarenta, Alice nuestra contención recuperó el balón y me dio un estupendo pase, comencé una conducción desde medio campo y cuando me estaba acercando al área rival recibí un fuerte impacto en mi rodilla izquierda, la defensa central me arrolló con los tachos por delante. Sentí como algo se rompía y aunque el dolor no llegó de inmediato en el fondo sabía que esto era demasiado grave.

Mi Futbolista Favorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora