YOUR EYES TELL // JEON JUNGKOOK; BTS [TERMINADA]

«eight»

Capítulo dedicado a @SGJK97. Gracias por leer siempre, espero te guste 💜

Maldito estúpido, era demasiado bueno para ser verdad. Pero claro, solo a mí me pasan cosas así, por ilusa. Debo dejar de soñar despierta.

Es lunes y lo menos que quiero es asistir a clases, por eso voy rumbo a la cafetería al frente del campus donde se encuentra Jisoo, al menos podrá contarme ese chisme de Jimin que quería decirme desde el domingo. Claro que ella no sabe que yo lo sé todo.

El establecimiento está calentito contrario al exterior, el olor del café me ha quitado el sueño. Me dirijo a pasos rápidos hasta la mesa donde se encuentra mi amiga. Desde aquí veo que ya ha pedido nuestra orden. Un café late para mí está bien y ya deseo beberlo.

- Cuenta.

Es lo primero que escucho al arrastrar la silla y sentarme. Chismosa. Con lo cabreada que estoy, no me apetece mucho hablar sobre Jungkook, su casa, cuarto y exquisitos labios.

¡Ash, lo odio!

¿Por qué me hace sentir así?

Tan solo de pensarlo tengo un montón de avispas picando dentro de mi estómago, no sé por qué hablan de las jodidas mariposas si es claro que no se siente así. Bueno, a mí al menos no me ha pasado así, ni cuando quería cogerme al nalgón llamado Jimin.

- Por favor, no me hagas hablar sobre Jungkook - suplico.

Doy el primer trago a mí café, ésto es una delicia y tiene vainilla.

- Bueno al menos dime qué se besaron - alza las cejas haciéndolas bailar de arriba abajo.

- Sí, nos besamos, Ji - respondo cansada, ella suelta un chillido de felicidad, los demás comensales la miran como si estuviera loca y esa es la dura realidad, Jisoo está desquiciada.

- Vale, eso ha sido....wow - hace ademanes con sus manos como si hiciera una explosión, es graciosa verla así de afable.

- ¿Qué querías decirme ayer?

- Ah...- alarga la letra, tal vez arrepintiendose un poco de contarme - Pues, verás, yo...

- Ay, desmucha - le apuro, me estoy riendo de su cara roja y la intranquilidad que tienen sus ojos, que ahora se han calmado observando algo detrás de mí.

Más bien hacia la puerta de entrada del local, por dónde vienen entrando Jimin, Taehyung y claro, también Jungkook.

Lo que me faltaba, no quería verlo. Ahora tengo ganas de aruñarle su linda carita de bebé con mis uñas color sangre. La expresión que tiene su rostro es de arrepentimiento, pero lo hecho, hecho está.

- ¿Les dijiste que estaríamos aquí?

- Sí, después que te llamé - sonríe incómoda, sabe que la quiero matar en éste mismo instante.

- Hola mis amores.

El amor eres tú, Tae. Quisiera tener un hermano así como él.

- Señoritas.

Jimin saluda, pero solo tiene ojos para mí amiga, incluso no duda en tomar asiento a su lado. Taehyung se sienta a mí lado y Jungkook al frente mirándome fijo, ja, que ni crea que le voy a hablar.

- Hola Tae, Jimin - les sonrío a ellos, porque no tienen la culpa de que quiera asesinar a su amigo sexy.

- Hola, Clío - ash, me dirigió la palabra y eso que le dije que no lo hiciera nunca más.

- ¡Oh! - me hago la sorprendida colocando una mano en mi pecho, miss dramática me llaman - ¿Me conoces? - y él sabe el por qué de mi cuestionamiento.

- Clí.

- Así me llaman, "solo mis amigos" - hago énfasis en la frase - ¿En serio me conoces?

- ¿De qué hablas tú? Claro que te conoce mujer, es Jungkook, el cara de rata - da su opinión Tae llevándose una cara malhumorada de su amigo.

- ¿Tienes pérdida de memoria a corto plazo como Dory? - se burla Jimin jugando con el cabello de Jisoo que está de lo más feliz por esa acción, agh, no necesito eacenitas cursis en éste momento.

- No - me río - Acá el que tiene ese padecimiento es él - le apunto con desagrado, él rueda los ojos.

- No me dejaste explicarte..

- ¿Qué vas a explicar tú? - interrumpo, debemos estar dando tremendo espectáculo, ésto parece una telenovela mexicana - Me quedó claro eso de "no la conozco, es una visita de la abuela" - trato de imitar su tono de voz, un fiasco pues los chicos sueltan una sonora carcajada al escucharme - Vete con tu novia - escupo.

¿Estoy celosa? Pues eso parece, estoy enojada.

- ¿Novia? - chilla dramáticamente Ji.

- Sí, Sana, una japonesa pelirroja, no sé si la conoces - respondo en un resoplido.

- Ella no es mi novia - se exaspera Jeon.

- Oh, bien que te llamó amor.

Esa chica no me agradó ni un poco, parecía querer comérselo con la mirada y ni hablar de sus gestos que hablaban por sí solos.

Sí, definitivamente estoy encolerizada por los celos, lo admito.

- Ya dije que no es mi novia - aprieta la mandíbula cruzándose de brazos.

- ¿Entonces por qué dijiste que no me conocías luego de besarnos y dormir abrazados toda la noche? - golpeo la mesa con un genio que desconocía poseer.

Tae escupe el café a la cara de Jimin, ni siquiera supe cuándo hizo una orden.

Oh, genial, se estaba bebiendo el mío.

Ajá, para eso no tiene respuesta.

Jisoo limpia la cara de su amado y me han dado ganas de llorar por la estúpida escena de teatro que me he montado yo sola.

Jungkook golpea el interior de su mejilla y mantiene los ojos cerrados. ¿Qué está haciendo y desde cuándo se ve tan caliente haciendo esa acción?

¡Mierda Clío, concéntrate!

- Vete a la mierda Jungkook - escupo con disgusto.

El timbre de notificación de mi teléfono suena. Lo que me faltaba, ya le han ido con el chisme a mi padre que me he estado saltando clases. Pero hay otros mensajes.

Número Desconocido:

¿Linda por qué estás tan enojada hoy?

Está aquí. Levanto la mirada, nadie me parece sospechoso, están en lo suyo.

- También te vas a la mierda querido acosador - canturreo levantándome y tomando mi bolso para salir del lugar.

Los chicos alzan la vista observándome con inquietud.

- Está aquí, me acaba de enviar un mensaje - comunico con un suspiro - Y yo me voy.

- Sí y conmigo, por supuesto - en un dos por tres ya tengo a Jungkook a mi lado cogiéndome de la cintura.

- No quiero irme contigo - siseo.

- No te dejaré ir sola con el loco ese rondando.

Él hace oídos sordos a mis maldiciones arrastrándome hasta donde creo que se encuentra su..¿auto? Pensé que iba a ser una moto.

- Sube - demanda tosco.

A regañadientes le obedezco colocándome el cinturón. Arranca el auto y sale chiflado por la vía. De aquí no salgo viva.