Maratón: 1/2
Decir que me siento triste sería mentir, siento más que eso. Mi corazón está roto, como si se hubiesen encargado de magullarlo a golpes. Pero padezco y soporto todo en mi soledad.
Mamá está preocupada y aunque le halla dicho que no tenía importancia cuando me encontró llorando, sabe, muy en el fondo que todo está mal. Me odio por mentirle, ahora que la tengo no he disfrutado nada de su compañía, pero la quiero ver sana, nunca le permitiré al psicópata al que llamo padre le haga daño, eso será sobre mí cadáver.
Detesto tanto toda ésta situación, aveces solo deseo que sea una simple pesadilla y que acabe de una buena vez, pero sé que eso no es así y que soy una ilusa si pienso que algo de mi vida vaya a mejorar. Me voy a tener que acostumbrar a todo ésto, a las miradas llenas de odio de mis amigos, a los comentarios envenenados sobre mí y los millones de reproches y amenzas que siempre obtendré por parte de papá.
La universidad no me hace sentir mejor, todos parecen juzgarme con la mirada, aunque no sé si es porque ya me estoy volviendo un poco loca. Pero no es eso lo que me hace ser la comidilla de los pasillos.
Hay fotos pegadas en las puertas de los casilleros a cada lado del pasillo principal y son fotos mías.
No le hubiese tomado tanta importancia, pero las fotos no son las que usualmente suelo tomarme en el estudio, son nudes y hasta a mí misma me da repugnancia verme reflejada en esos montones de cartulinas, que obviamente han sido trucadas.
Nunca en mi vida me he hecho una foto desnuda, pero es el colmo que me estén haciendo ésto.
Todos los días abortan chicas y no le toman tanta importancia, pero al parecer, todos han querido ponerse en mi contra, y, mierda, tengo tantos deseos de contarles la verdad, decirles que no soy una asesina, que yo sí quería a mis bebés. Pero no puedo.
A pasos veloces y con lágrimas en mis ojos quito cuantas fotos me son posible. Las miradas de los que pensaba eran mis amigos son de burla y hasta se ríen junto a Sana, cuando ésta apunta en mi dirección.
Y no tengo más nada que hacer, corro lejos de ellos, lejos de todos y me encierro en un cubículo del baño de chicas.
El sonido de una nueva llamada me hace sacar el teléfono del bolso. No puede ser que me marquen otra vez con número privado.
- ¿Hola?
- Ah, Clío - no reconozco la voz, está distorsionada, lo único que puedo afirmar es que es un hombre - ¿Cuánto tiempo ha pasado, bonita? Unos dos meses desde la última vez que te envié un mensaje - ríe, aunque yo no le veo gracia alguna.
- ¿Puedes dejarme en paz? Ya he hecho lo que has querido. ¿Qué más quieres de mí? - gruño.
- De tí todo, hermosa.
- Papá por favor deja de molestarme, estoy en la universidad.
- ¿En qué momento he dicho que soy tu padre? Ay, Clío, siempre eres tan ingenua...
- No te creo - digo confundida.
- ¿Qué es lo que no crees?
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YOUR EYES TELL // JEON JUNGKOOK; BTS [TERMINADA]
Fiksi PenggemarTus ojos dicen la angustia que estás viviendo. Déjame ayudarte, déjame amarte... TERMINADA: 03/07/2023