Transportaciones Irreales

12. Una noche movidita

Al final Luigi, un poco obligado por los Yoshi's, se quedó a dormir en la Isla de los Yoshi's, ya mañana le preguntaría a su hermano sus dudas, aún quedaba tiempo...

Mientras tanto, en la pradera también había oscurecido y Yoshi y el pequeño Eevee tenían sueño. Toad iluminaba todo con una pequeña antorcha.

- Toad, Yoshi tiene sueño...

- Ya lo sé, no paras de decirlo...

- Yoshi tiene hambre...

- ¡Yoshi! - dijo Toad cansado -. Estoy buscando una huerta de bayas para que puedas comer y podamos descansar, así que deja de quejarte.

Los ojos de Yoshi se iluminaron de alegría, ¡por fin podría comer y descansar!

Los siguientes minutos los pasaron todos en silencio, hasta que el Koopa divisó una gran huerta y salió corriendo hacia ella, el Goomba, el Pinchon y Yoshi le siguieron corriendo y gritando de alegría.

Toad se quedó con el Eevee y fueron más despacio, ya que ninguno de los dos tenía demasiada prisa.

Mientras el resto disfrutaba comiendo, Toad tuvo una conversación con Eevee Mario.

- ¿Sabés Eevee? Yoshi se asustó mucho al verte, normal... Imagínate que estás en tu casa y de repente piensas que tu padre se ha transformado en un ser que no has visto nunca, te asustarías... Bueno, seguramente no me entiendas y esté hablando solo pero bueno... - el Eevee asintió y Toad se dió cuenta de que sí, le estaba entendiendo.

Eevee se alejó un poco de él y pintó a un Eevee pequeño en la tierra, se parecía a él mismo. Después pintó una tubería y dibujó un gesto en el que se entendía en que ese Eevee se metía dentro.

Toad miró el dibujo fascinado y acarició la cabecita al Eevee.

- Vaya, parece que no solo Yoshi se ha asustado...

El Eevee se quitó una lágrima que se le salía del ojo izquierdo y frotó su cabeza contra la de Toad.

- Bueno, yo tengo que sacrificar muchas cosas viniendo aquí... - dijo mientras observaba al resto jugando a lanzarse bayas y cogerlas al vuelo. Una de ellas le dió en la cara al Goomba -. Verás, yo iba a ayudar a Peach a escoger la temática para un baile que se hará dentro de dos noches sin contar con esta. Pero ahora, como no estoy en el Reino Champiñón... - Toad pensó en lo que se estaba perdiendo mientras seguía diciendo su discurso para el pequeño Eevee que no paraba de mirarle con asombro -, pero, además, iba a ir de excursión con mi hermana Toadette al Reino de los Sombreros y ahora tendré que esperar un mes... - resopló y terminó diciendo -. Bueno, ¿y tú qué te estás perdiendo?

- Eevee, eevee, eve, eevee eevee... - después se dió cuenta de que no podía entenderle y se enfadó consigo mismo.

- Espera, puede que tenga una solución... - y se dispuso a buscar en su pequeña bolsa, de ella saco un pequeño chip -. Ya está, ¿me dejas ponértelo en la parte trasera de la gorra?

El Eevee le dejó y cuando lo hizo preguntó para que serviría ese aparato y se escuchó, no en idioma Pokémon, sino en el mismo que el de Toad.

- Ala... - Eevee Mario se sorprendió -. Ha sido ese aparato el que hace que me entiendas...

- Si, es un chip que me regaló el hermano de Yoshi, Yoshi Azul. Con él puedes hablar el idioma de la persona que te lo coloque pero solo te podrá escuchar ella, es decir, solo te escucho yo.

- Ohhhh, bueno, ¿te respondo a tu pregunta? - Toad asintió e Eevee le empezó a contar -. Verás, estaba jugando con un Mimikyu, un buen amigo mío. De repente apareció una tubería y... Aquí estoy... - entonces se dispuso a contarle todo lo que le había pasado hasta ahora, Toad le escucha atento y casi no le interrumpió, solo para concretar algunos datos.

Después de la historia Toad abrazó al Eevee y se levantó por una baya para cada uno.

El Eevee sonrió y la disfrutó, nunca había comido nada parecido.

Después, todos se acercaron a la parejita y se acurrucaron para descansar un rato, todos cayeron rendidos al cabo de pocos minutos.