Transportaciones Irreales

16. La Tubería Multiversal

Toad no podía apartar la vista de la tubería, era de un verde metalizado brillante. A su izquierda tenía un panel con los diversos universos y a su derecha había una palanca para empezar el viaje.

— Bueno, ¿a qué estamos esperando? — gritó Yoshi muy contento.

— ¡Eevee quiere volver ya, yuju!

— Pues... Goomba, Koopa y Pinchó, esperadnos aquí mientras llevamos a Eevee a su mundo, ¿vale?

Ellos asintieron y se acercaron al Eevee para despedirse de él. Este puso su cabeza sobre la de ellos en señal de cariño.

— Venga, vamos — le dijo Toad a Eevee mientras se agachaba para cogerlo.

Eevee se subió a sus brazos y Toad se acercó al panel. Leyó todos los universos hasta que llegó al Pokémon. Pulso el botón azul verdoso y tiró de la palanca hacia atrás. La tubería empezó a brillar, Toad y Yoshi se lanzaron hacía su interior.

Al cabo de pocos segundos salieron disparados hacia un prado verde, lleno de pequeñas Butterfrees y Flabébés que volaban felices en aquel lugar tranquilo.

— Bueno, bienvenido a tú hogar Eevee... — dijo Toad en el tono más alegre que pudo, no quería despedirse de aquel adorable zorro.

Eevee tenía los ojos muy brillantes, no podía parar de mirar a todos lados como si fuese la primera vez que estaba allí.

Corrió y gritó el nombre de su amigo, pero parecía que no iba a aparecer por ninguna parte.

— Toad, Mimikyu no está por ninguna parte y su familia vive en aquella casa, ¿me acompañas a mirar?

— Por supuesto que sí monada...

Los dos se acercaron a la puerta y Toad le dió al timbre mientras que el pequeño Eevee no paraba de darle a la puerta. Cómo no tenía tanta paciencia se acercó al ventanal y se quedó paralizado con lo que vio.

— ¿Qué pasa Eevee?

— No está, se han ido... Se han mudado y... ¡y ahora no tengo a nadie!

Eevee se puso a llorar, solo tenía un amigo y tenía pensado buscar a sus padres mediante los padres de Mimikyu, pero ya nunca podrá hacerlo... Se quedará solo para siempre.

— Eevee, lo siento mucho... Pero por lo menos estás en tu mundo, ¿no estás contento?

— ¿Cómo quieres que lo esté? — dijo mientras lloraba aún apoyado en el ventanal —. Se han ido, todos. Ya nunca más podré estar con nadie... Me quedaré solo...

— Bueno... — dijo Toad mientras se sentaba en el césped al lado suya —, puedes volver conmigo y con el resto y vivir conmigo...

El Eevee levantó la cabeza y le miró.

— Además, — prosiguió — te puedo llevar aquí siempre que quieras... ¿Sabes que vivo con una princesa?

— ¿¡De verdad!? Qué cara... Vale... ¡Muchas gracias! ¡Eres el mejor amigo qué he tenido nunca!

Los dos vivieron con Yoshi y este pareció triste.

— Pero Toad, ¿no le dijiste a Yoshi qué Papá Mario volvería al volver a este mundo?