Capítulo 4

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Sydney tuvo exactamente tres días de descanso entre la ejecución de Anthony Farheim y su próxima misión.

Los usó para lavar sus ropas, limpiar su nuevo hogar  y para ir al supermercado —tareas simples que, después de meses encerrado en el hospital psiquiátrico de Blueville, creía que jamás volvería a realizar—. Decidió ir de compras a pie y al volver, cargando en sus manos una decena de bolsas de plástico, escuchó a un gatito maullando en la distancia.

La pena le venció a la lógica y él se dispuso a buscar el animal abandonado, al que halló dentro de una solitaria y estropeada caja de cartón, en un callejón sucio y húmedo a su derecha.

Lo nombró Salem, por recordarle al gato de Sabrina. Su pelo era largo, espeso, y de color negro. Sus ojos, amarillos al punto de brillar. Su apariencia era intimidante, pero sus maullidos eran lo opuesto; adorables y chillones. Sydney aceptó ser el padre del felino sin dudarlo por un segundo siquiera. Y por eso, lo recogió como pudo y se lo llevó consigo a su departamento.

Allí lo bañó, alimentó y dejó dormir, mientras organizaba sus compras en el armario y en el freezer.

Latas y latas de cerveza negra. Barras de proteína y cereal. Potes de ramen instantáneo. Pescados enlatados. Bacon. Jamón. Pan. Queso. Café. Bebidas energéticas. Frutos secos. Chocolate amargo. Leche sin lactosa. Gaseosas de cereza y de limón. Mostaza. Uno por uno, los productos fueron rellenando su cocina. Nada parecía combinar con nada y Dios sabe qué él prepararía para la cena, pero al menos tenía suficientes snacks para sobrevivir un mes. Y más importante aún, tenía atún para alimentar a su nuevo hijo, así que este se despertara de su siesta.

Estirándose sobre la punta de sus pies para guardar una caja de té de manzanilla en la última repisa de la alacena, Sydney vio a la pantalla de su celular iluminarse. Al terminar de almacenar todo se acercó al dispositivo, lo recogió, y escuchó el audio que Joshua le acababa de enviar.

Era sobre su próxima misión.

El nuevo objetivo es Matthew Quaker. Te adjunto la investigación a su respecto abajo.

El sicario deslizó el chat con el dedo, abrió  el documento y de inmediato comenzó a estudiar el perfil del desconocido.

•Quaker había sido arrestado por conducta indebida hace unos años, lo que la policía atribuyó a su alto estado de ebriedad. Fue suelto al cabo de una semana.

•Habitualmente frecuentaba prostíbulos y casas de apuestas.

•En cierto punto fue vinculado con el asesinato y violación de una menor de edad, al que el documento solo citaba como "Jess", pero no hubo suficientes pruebas de su participación como para arrestarlo e investigarlo. Esperó al juicio en una cárcel regional, pero al final, otra vez salió libre.

•En lo últimos meses se había metido a un grupo de pornografía ilegal, en la Dark Web. El gobierno lo había pillado, pero como no era una gran amenaza al público, su caso había sido puesto en standby.

Bueno, hasta que Sydney apareció. Y como él era creativo para sus cosas, tuvo una idea de cómo matar al desgraciado ahí mismo, en su cocina.

Abrió su chat con Joshua y escribió:

Abrió su chat con Joshua y escribió:

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