Estaba en una posición complicada.
Rubius, la persona más escurridiza de este lugar estaba arrinconado como una rata.
La lluvia azotaba sin piedad, matando a cada uno de los bichos de los cuales habían escapado.
Se consolaba con la idea de que Quackity y los chicos estarían a salvo bajo tierra, el problema era precisamente de que él pudiese aguantar.
— Ay.
Una gota ácida le salpicó en la mano, provocando una sacudida repentina.
El pequeño "refugio provisional" de rocas que había podido remendar era inestable casi por completo, las goteras se colaban por los extremos y si se descuidaba lo suficiente podría quemarse.
Claramente, eso no era comparado con el peligro con patas que estaba frente a él.
Rubius había llegado a conocer a mucha gente por nombres, apodos y caras conocidas. Pero a veces esos nombres no se habían cruzado directamente en su camino.
Y ese era el caso de este hombre.
— Te ves mal. ¿Necesitas ayuda?
Su garganta se apretó, tenía un muy mal presentimiento.
Marki le ofreció la mano en un gesto de buena voluntad, ante la falta de confianza que Rubius le mostró, la recogió antes de seguir hablando.
— Sabes, no esperaba encontrarte aquí. ¿Venías también a por el Drop?
No le brindaba nada de confianza, desde la punta de su casco, hasta su espada cubierta de sangre.
— ...Sí, venía a por el Drop. Aunque es algo tarde ahora.
Pese a ello, no responderle podría suponer un mayor peligro.
— Es una lástima, había objetos realmente valiosos —se cruzó de brazos, pensativo —que muriera tanta gente realmente valió la pena.
— ¿Es eso? ¿Los Drops tenían buenas armas?
Marki no se refería a eso.
— Las mejores, aunque no me interesaban mucho, encontré algo más...divertido.
Inconscientemente Rubius dió un paso hacia atrás.
Según el mercader de dudosa procedencia, uno de los cuatro Drops tendría un objeto valioso por sobre todos los demás y daría una ventaja inhumana a la persona que lo poseyera.
Si Marki tenía un objeto así preferiría correr bajo la lluvia ácida.
— También estaban...esos dos chicos, creo. ¿Sois del mismo grupo, verdad?
No había que pensar mucho para saber de quiénes estaban hablando, de haberse encontrado con Marki de imprevisto era de por sí, algo problemático.
Ante la ausencia de respuesta, el chico continúo hablando.
— También encontraron algo valioso, pero yo me les adelanté.
Rubius frunció las cejas molesto, si las cosas apuntaban a dónde creía que iban, no era tan difícil asumir la causa de la muerte de Spreen.
Cuando Marki sacó de su pecho lo que parecía ser un muñeco de trapo con una X en su estómago, Rubius de nuevo, dió otro paso hacia atrás.
Cómo lo había supuesto, las cosas habían salido estrepitosamente mal.
Podía sentir el ácido rozando la parte trasera de sus zapatos.
— ¿Sabes que es esto, cierto?
— ...No.
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Möbius [Sproier]
FanfictionEl tiempo a veces era cruel. Y Roier lo iba a aprender por las malas. - Shipp de Cubitos. No Streamers. - Capítulos Cortos. - Slowburn. - Actualizaciones lentas. - Este es un Shipp Sproier, si no te gusta, no lo leas. - Basado en MC Extremo.