Hermana de Eliza

Pelea con Nicolás.

- Narracion Katerine. -

En cuanto llegue lo primero que revise fue el estante, sin embargo no estaba el collar, Wyatt seguramente ya lo había entregado, era rápido y seguramente alguien lo esperaba en el inicio del bosque para entregarlo más deprisa, además ellos no se irían de la cueva si su alfa estuviera mal, algo fallaba aquí.

- Katerine, ¿Que haces aquí?

Voltee mirando a Nicolás, quién me miraba curioso, en su mano estaba el collar.

- Los lobos quieren sacar la piedra de dónde está, - él comenzó a caminar en dirección de una barra. - Willa aveces es demasiado terca, no ve los peligros en los que mete a los demás.

- Si, ella.. es descuidada.

- Por suerte te entrene para que seas cuidadosa y justa, llevarás por el buen camino a la manada. - miro el collar, para después mirarme a mí. - estoy seguro de eso.

- Sabes bien a lo que vine Nicolás, no aceptaré un collar con carga completa mientras tu sufras.

- Katerine eres mi sucesora, en algún momento algo así iba a pasar.

- Lo sé, pero no tiene que pasar por qué tu collar no tenga carga, la piedra lunar está cerca y voy a entregarla, pero hasta que pase eso.. - me puse en posición de batalla. - tu serás quien ocupe un collar con carga completa.

- Pelearé, pero ambos sabemos el resultado que tendrás.

Guardo el collar en una especie de caja pequeña, que puso a un lado en un estante, se ato el cabello y se puso en posición de lucha, esto no sería nada fácil, ninguno hacia ningún movimiento, pero yo sabía que tenía el tiempo limitado y se que Nicolás también lo sabía, debía atacar primero si es que quería conseguir lo que planeaba, corrí y empecé a dar puñetazos que Nicolás esquivaba y alguno lo bloqueaba si no conseguía esquivarlo, necesitaba que él se alejará de la caja para tomarla, daba algunas patadas y puños, como cuando entrenaba, Nic solo los esquivaba y bloqueaba.

- Tienes el tiempo medido, pero no va resultar Kate.

- Hasta que me des un golpe, - lance otro puño. - no parare.

Nicolás sabía que si no lo hacía a mi manera, no iba a parar aunque estuviese muriendo de dolor o apenas pudiera moverme, no iba a parar, entonces en un movimiento Nicolás lanzo un golpe que logré esquivar rápidamente, está sería la pelea, lanzaba golpes al igual que yo, algunos golpes chocaban con otros, lanzo un puñetazo que yo pare con la patada que iba a darle, mi puño lo esquivo y yo esquive su mano que quiso agarrarme el hombro, sabía que él no utilizaría patadas a menos que fuera necesario, él confiaba más en sus puños y fuerza, esa era su forma de luchar, así lo había visto luchar cuando él me cuidaba, entonces en un bloqueo de mi pierna contra su abdomen, me tomo y me lanzó al otro lado, haciendo que impactará de lleno contra una de las paredes de la cueva.

- ¿Pararas ahora?

Me levanté, tomando algo de aire que exigían mis pulmones, rompí un pedazo de tela de mi falda para vendar mi mano.

- Tu no me diste el golpe, esa fue la pared.

Nicolás negó con la cabeza y se quitó su chaleco de cuero, mientras yo ya estaba terminando de vendar mi mano, ahora mi puño aguantaría darle más golpes, sin tanto riesgo a alguna fractura, Nicolás ahora estaba de espaldas a la estantería donde había dejado la caja, al menos había conseguido algo, me acerque y volví a lanzar puñetazos al aire, como si estuviera boxeando, Nicolás los bloqueaba fácilmente, él entre los míos lanzaba sus ataques pero yo los esquivaba y algunos los bloqueaba, casi me daba un golpe de no ser por qué recordé que tenía una gran ventaja, mi flexibilidad, Nicolás me lo había enseñado hace tiempo cuando me enseñaba a luchar, diciéndome que no importaba que fuera una mujer, yo tenía ventajas, ser flexible e ingeniosa en la lucha eran apenas unas cuantas ventajas que me enseñó, podía usar mi alrededor en mi ventaja, usar las paredes como escalera para saltar, usar los huecos que habían para salir y entrar, había muchas cosas que podrían ayudarme, hice una vuelta de carro hacia atrás y con eso me salve del golpe, pude ver qué Nicolás estaba sonriendo, sabía que estaba orgulloso de ver qué me mantenía en práctica, continuamos peleando pero no me daba margen para poder llegar a esa caja, necesitaba jugar mejor mis cartas, me acerque lo mejor que podía al estante, Nic iba a hacerme retroceder pero antes de que eso pasará me agache y trate de tirarlo abajo con una patada rápida pero Nic salto fácilmente hacia atrás mirándome un poco burlón, entonces yo sonreí.