Capítulo 7

2.6K 248 3
                                    

¿Traición?

Narrador Omnisciente.

El príncipe canalla había llegado al castillo del Rey después de haber ganado la guerra contra los cangrejos marinos.

Llevando una corona en su cabeza, entro al cuarto real del trono de hierro y se acercó a su hermano sin importarle las personas mirando.

Tiró el arma con la cual había asesinado al último cangrejo y pidió que la añadieran al trono.

—Llevas una corona. ¿Te haces llamar "Rey"? —preguntó el Rey de los siete reinos mirando a su hermano.

—Una vez que derrotamos a la triarquía me nombraron Rey del Mar Estrechó. Pero sé que solo hay un rey, majestad —dijo Daemon antes de ponerse de rodillas ante el Rey—. Mi corona y los peldaños de piedra son suyos —dice Daemon sacándose la corona de la cabeza.

El Rey Viserys sonríe.

—¿Dónde está Lord Colrys? —preguntó el Rey.

«Con Rhaella» Pensó Daemon.

—Zarpó a casa, a Driffmark —respondió Daemon.

—¿Quién cuida de los peldaños de piedra? —preguntó Viserys.

—Las mareas, los cangrejos y dos mil corsarios muertos de la triarquia empalados en la tierra como advertencia a quienes sigan —responde de nuevo el príncipe canalla.

El Rey se acercó a su hermano y le ordenó que se pusiera de pie después de observar su corona.

Daemon obedeció y se puso de pie, Viserys lo abrazó y todos estallaron con aplausos al contemplar tal escena.

A lo lejos la princesa Rhaenyra observaba a su padre y tío con una sonrisa mientras solo podía pensar en que él volvió y en todos los sentimientos encontrados que volvieron al verlo de nuevo.

Rhaenyra siempre tuvo un amor particular hacía su tío.

Pero su tío solo estaba pensando en una persona y se encontraba preocupado de igual forma.

Rhaella.

Rhaella.

Me duele todo el cuerpo pero el abdomen aún más. Abrí los ojos poco a poco y me fijé que no estaba en mi casa de campaña sino en un cuarto del castillo Velaryon.

Me fijé en la venda que cubría mi abdomen y en Corlys quién se encontraba a mi lado.

Suspiré sabiendo lo que vendría ahora.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó tranquilo.

Lo miré incrédula. Es increíble que no me haya gritado por haber hecho lo que hice pero lo agradezco.

—¿Bien? ¿Qué sucede? ¿Dónde está Daemon?

Él suspira antes de acercarse a mí y sentarse en la cama justo a mí lado.

—Daemon se fue, Rhaella. Apenas ganamos la pelea Daemon se llevó todo el mérito, supo que estabas herida y aún así se marchó.

Negué.

Daemon jamás me abandonaría.

—No, él no lo haría —dije atónica.

—Intenté detenerlo pero a él no le importó, Rhaella. Se marchó a King's Landig a presumirle su victoria al Rey —me explicó.

Sentí una puntada en mi pecho y mi herida comenzó a doler. Corlys llamó a un maestre inmediatamente y me atendió.

A los pocos minutos cuando me quedé sola me levanté de la cama con mucho cuidado y con todas las fuerzas que tenía salí del castillo.

Debía ver a Diamond y mis pequeños, estoy segura de que estarían bastantes preocupados.

Llegué a afuera pero solo se encontraba Diamond con el rostro molesto.

—Diamond... ¿Qué sucede? —pregunté.

Él me mira y su rostro cambia mientras se acerca y se agacha a mi altura.

Lo acarició y pegó mi frente con él.

—Te extrañé, grandulón. ¿Dónde están tus hermanos? —pregunté al no verlos.

Daemon se los llevó —me dijo—. Lo siento, intenté detenerlo sin lastimarlo porque te enfadarías luego pero se los llevó.

Otra vez esa molestia en mi pecho.

Mi respiración comenzó a faltarme y las ganas de matarlo solo crecían. Ese canalla se robó a mis hijos.

—Hiciste lo correcto, Diamond. Me siento orgullosa hijo. Volveré luego ahora voy a planear cómo recuperar a tus hermanos sin tener que asesinar a Daemon.

Él gruñe.

—No me gruñas, Diamond —regañe—. Volveré más tardé.

Fue lo último que dije antes de irme de ahí y volver al castillo de los Velaryon donde una muy preocupada Rhaenys me esperaba.

—¿Cómo te encuentras Rhaella? —preguntó Rhaenys.

—Estoy mejor, Rhaenys. Agradezco tu preocupación pero ¿puedes decirme dónde está Leanor?

—Si te soy sincera no tengo idea, solo sé que tú deberías estar descansando, Rhaella —reprendió.

Suspiré asintiendo.

—Iré a descansar, Rhaenys. Nos veremos más tarde —me despido antes de marcharme.

Mañana iré al castillo del Rey, recuperaré a mis dragones y volveré a Driffmark.

Estoy lista para volver a casa pero no para quedarme en ella.

En todos estos años no tuve noticias de ellos. No tengo idea si Viserys tuvo otros hijos o sí se casó con Alicent. Solo supe que el Rey estaba feliz con su nueva familia y eso me hace pensar que si tuvo otros hijos o los tendrá.

Todo el reinó me buscó por 3 años y nunca pudieron encontrarme porque estaba en una guerra dándolo todo por el apreció que sentía por Daemon.

Y ahora él me traicionó robándose a mis hijos y dejándome sola estando herida.

Desperdicie 3 años por él y no me arrepiento de nada más que de haberle correspondido ese beso.

Al carajo.

No iba a esperar a que Laenor apareciera volví junto con Diamond y lo monté.

Él se encontraba confuso esperando a que le dijera dónde iríamos.

—Volveremos a casa, grandulón.

La casa del Dragón [La Princesa Roja] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora