Capítulo 10

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Narrador Omnisciente.

Rhaegar Targaryen, alias el príncipe guerrero se encontraba cazando en el bosque. Escuchó ruidos extraños adentrándose en el bosque.

La curiosidad lo invadió y siguió el ruido percatándose de que eran gritos desgarradores.

Camino hacia dónde provenían los gritos y a lo lejos percibió una cabaña.

Una sonrisa curvó sus labios al imaginar quién sería la causante de esos gritos.

El príncipe abrió la puerta de madera de aquella cabaña y quedó asombrado al ver a su sobrina cubierta de sangre con más de 17 cuerpos muertos rodeándola.

Tal vez, más cuerpos.

Imposible de saberlo, la mayoría se encontraba descuartizados.

La princesa quien ahora mantenía los ojos cerrados sabiendo que alguien se encontraba atrás suyo suspiró.

—Así que... ¿Matar personas sigue siendo tu pasatiempo? —cuestionó el príncipe.

La princesa abrió los ojos y no pudo ocultar una pequeña mueca de malicia mientras se volteaba para acercarse al príncipe.

Sin darse cuenta el príncipe se quedó perdido observándola con ojos de admiración. La princesa se veía increíblemente atractiva con la sangre manchando su cuerpo y rostro.

—La forma más fácil de evitar la tentación es cayendo en ella —dijo la princesa. El príncipe ríe al escuchar las mismas palabras que él le decía—. Tú me lo enseñaste. Supongo que aún lo recuerdas.

—Por supuesto que lo recuerdo. Aún no olvido ninguna de nuestras salidas nocturnas en busca de víctimas —dijo Rhaegar observando a la princesa—. Quién pensaría que esa manía nuestra la seguirías conservando.

—Me sorprendería si me digieras que tú ya no lo haces.

—Ya no era lo mismo sin mi compañera de cacería.

—Tienes suerte de haber regresado. Una pena que a tu antigua compañera le guste hacerlo sola.

El príncipe observa divertido a la princesa.

—Deberías acostumbrarte, ahora que regrese no pienso volver a irme mi diosa —murmuró mientras se acercaba a la princesa.

El corazón de Rhaella latió frenéticamente al escuchar tal apodo con el cual él la llamaba hace varios años atrás.

Después de bastante tiempo, ella volvió a sentir ese sentimiento que solo aparecía cuando Rhaegar se encontraba cerca.

Mariposas en el estómago.

Ella se queda perdida en su mirada pensando antes de retroceder mientras negaba.

Rhaella sabía que si lo dejaba volver a su vida él podría volver a lastimarla.

—Es maravilloso que hayas vuelto Rhaegar, pero no creas que porque volviste las cosas serán como antes —paso por su lado intentando irse, el príncipe sujetó su brazo con delicadeza atrayéndola hacia él.

—No me importan que las cosas sean como antes, solo quiero que seamos tú y yo de nuevo.

La princesa se soltó del agarre del príncipe y lo miró con rabia.

—Tú te fuiste y me dejaste. No esperes a que logre perdonarte porque no pienso hacerlo —exclamó con fastidio la princesa, antes de salir de la cabaña.

Ella se encontraba molesta. Él la había abandonado aún cuando ella estaba dispuesta a dejarlo todo por él.

La princesa iba a dejarlo todo solo por estar con él, era justo que se sintiese así.

La casa del Dragón [La Princesa Roja] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora