Capítulo 16

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Verdades dolorosas.

Rhaella.

Tiempo más tardé mi panza comenzaba a notarse y las preguntas venían e iban mientras me rehusaba a contestarlas.

Daemon se había acercado mucho a mí y puedo decir que ahora ambos nos tolerábamos.

Rhaegar volvió a irse tiempo después de haberme convertido en heredera y prometió volver en algunos meses.

Rhaenyra se había distanciado completamente de mí sin ni siquiera querer dirigirme la palabra.

Ella planeaba abandonar el castillo para ir a Dragonstone con su familia y alejarse un tiempo de todo el peso que llevaba encima.

Viserys y Alicent estaban muy al pendiente de mí y mi bebé todo el tiempo al igual que mis hermanos.

Solo ellos sabían ya que no quería que el reino entero se enterara.

Aún no se lo había dicho a Daemon pero planeaba hacerlo lo antes posible, solo no había encontrado un momento donde pueda hablar a solas con él.

Ahora mismo me encontraba en mi habitación revisando unos folletos mientras acariciaba mi panza.

La puerta fue golpeada y los guardias anunciaron a Daemon. Él entró al cuarto y se acercó a mí.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —me preguntó.

—Terminando de planear el próximo ataque de la fortaleza roja —respondí.

—¿Cuándo pensabas contarme? —indagó.

Lo miré confusa.

—Bueno, la fortaleza roja está bajo mi responsabilidad, creo que no debo contarte... —me interrumpió.

—No habló de eso, Rhaella —se sentó junto a mí—. Hablo sobre el bebé que llevas dentro.

Cerré los ojos un momento, dejé los folletos antes de mirarlo a los ojos.

—¿Es mío? —preguntó.

No respondí.

—Por favor, Rhaella. Solo di que el bebé que llegas dentro es mío —suplicó, posicionando su mano en mi panza y la otra en mi mejilla obligándome a mirarlo.

—¿Qué cambiaría eso, Daemon? —le pregunté.

—Me harías el hombre más feliz al saber que llevas a nuestro hijo dentro de ti —respondió.

Suspiré desviando la mirada incapaz de verlo.

—No lo sé... —contesté—. No sé si es tuyo.

Lo miré. En sus ojos se reflejaba la desilusión.

Tragó grueso.

—Está bien, no importa. Lo querré como si fuese mío —aseguró Daemon.

Apreté los labios antes de negar en total desacuerdo mientras sonreía.

—¿Qué es gracioso? —me preguntó.

—Lo demente que estás, Daemon —me acerqué a él—. Por supuesto que es tuyo. Solo estaba buscando el momento adecuado para contártelo.

Una chispa de felicidad cruzó sus ojos y su sonrisa se hizo presente. Ríe acercándose para besarme y me dejó envolver por el exquisito sabor de su boca.

Acarició mi panza mientras me miraba con felicidad pura.

—No sabes lo feliz que me haces sentir, Rhaella —expresó mirándome con los ojos llenos de amor.

Mi corazón se derritió al observarlo.

Por tantos años huí de mis sentimientos hacia Daemon Targaryen pero ahora tengo una razón para aferrarme a esos sentimientos y es nuestro bebé.

No planeo volver a huir. Mi hijo merece tener a su padre y madre juntos.

Daemon se acerca y presiona sus labios contra las míos.

Le sonrió al separarnos y la felicidad que siento en este instante es inexplicable.

[...]

Varios días más tarde Daemon me propuso matrimonio y después de súplicas y súplicas acepté casarme con él.

Nuestra boda fue increíble. Todas las casas importantes del reino habían asistido junto con Rhaegar quien estaba muy feliz por nosotros.

Rhaegar al enterarse que estaba embarazada decidió no volver a irse y se quedó en King's Landig junto a sus hermanos y por supuesto junto a mí.

Todo era felicidad pero mi corazón no estaba tranquilo al no tener a mi hermana a mi lado.

Ella no asistió a mi boda solo mis sobrinos quiénes vinieron acompañados de Sir Harwin.

Por otro lado Viserys no podía estar más contento por mí al igual que Aegon y Aemond.

Mis pequeños dragones estuvieron en todo momento junto a mí antes y después de mi boda lloriqueando diciéndome que tenían miedo de que ahora que tendré un bebé y me case ya no pasaré tanto tiempo con ellos.

Alicent estaba cansada de escucharlos quejarse todos los días sobre aquello mientras a mí solo me divertía por sus ocurrencias.

Y con Daemon las cosas no podían ir mejor. Nunca imagine a Daemon siendo romántico o detallista y me sorprendió bastante.

Rhaenys se encontraba muy feliz por nosotros al igual que las hijas de Daemon; Baela y Rhaena. Aún así meses después Rhaenys tuvo que volver a Driffmark y pidió llevarse a Baela junto a ella.

Daemon accedió ya que Rhaenys se encontraba completamente sola sin su esposo en Driffmark.

Dolió un poco la despedida ya que Baela y yo nos llevamos bastante bien pero ella quería acompañar a su abuela.

Mis dragones al enterarse de mi embarazo al principio estaban celosos y molestos con Daemon. Ah, y por cierto aún no perdonaban a Daemon por haberlos abandonado pero aún así lo protegían y Daemon intentaba ganarse de nuevo a mis dragones para que lo perdonen.

Me divertía bastante con ellos ya que siempre Daemon terminaba quemado.

Todo estaba transcurriendo bien que deseaba siempre fuera así.

.

.

.

Mi Rhee preciosa, por fin consiguió lo que tanto buscaba.

Todo es perfecto pero lo perfecto nunca dura.

El siguiente capítulo será años más tarde donde ya todos los hermanos y sobrinos de Rhaella sean más grandes.

¿Cuál puede ser el nombre del hijo/a de Rhaella?

Hasta el próximo capítulo.

Maratón 3/3

LaraArn.

La casa del Dragón [La Princesa Roja] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora